¿Qué pasará con la oposición?
Una elección de medio término es en general, una elección importante para el gobierno que está gestionando, porque sustancialmente se convierte en un verdadero plebiscito para lo actuado en el año y medio del gobierno desde que asumió el poder ejecutivo y muchos poderes ejecutivos provinciales en ese período. Esta elección fue muy particular y cada elección lo es, en definitiva, también particular.
En primer lugar, porque sí hubo un plebiscito. Pero de acá viene lo extraño, lo diferencial de esta elección, que fue un plebiscito que tuvo dos aristas, fue un plebiscito a dos gestiones. Por un lado, aquellos que plebiscitaron la gestión del gobierno nacional, del gobierno de Macri. Por supuesto, que algunos muy oficialistas, el núcleo duro de Cambiemos aprueba la gestión de Macri. Hay mucha gente que dice que a la economía le falta mucho, pero de alguna u otra manera confía en que este gobierno va a poder encaminarla.
Pero el gobierno tuvo una segunda lista que generó un plebiscito paralelo, por así decirlo, que era juzgar de alguna u otra forma a la gestión de los Kirchner, ¿juzgarla en qué sentido? Correr la referencia de opinantes de los comicios de la economía a la política, a la ética, a la moralidad y juzgar de alguna u otra forma lo realizado por el gobierno anterior en materia de corrupción, falta de ética y algunas otras cuestiones que no se ahondarán aquí, porque de alguna u otra manera, están presentes en el tema judicial. Esta semana por ejemplo se tienen que reunir los diputados nacionales para tratar el desafuero de Julio De Vido tras dos resoluciones judiciales.
Lo cierto, es que en esta pelea electoral donde el Gobierno eligió como su antagonista al kirchnerismo fue, finalmente, un importante triunfo para el Gobierno nacional porque ganó en la mayoría del territorio nacional. Logró algo que hacía mucho nadie lo podía lograr, que es ganar en las provincias más importantes del país, Ciudad de Buenos, Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Mendoza, no ganó Tucumán pero ganó Salta y Jujuy, inclusive ganó en entre Ríos; ganó en La Rioja que fue algo realmente sorprendente.
Claro, el peronismo dividido ganó en muchas otras provincias, pero es un peronismo dividido. Cristina Fernández no tuvo una mala elección, que solo tiene 43% de imagen positiva, contra 61% que tiene María Eugenia Vidal; que dicho sea de paso, es la gran ganadora de la provincia de Buenos Aires y que fue la que se puso al hombro la campaña y la sacó arriba. Esteban Bullrich era un candidato de muy bajo perfil y no tuvo el apoyo popular.
Sin embargo, Cristina Fernández ayer en su discurso mostró claramente que “esto es Unidad Ciudadana”, “esto es una nueva orientación dentro del peronismo”, “somos los que más representamos a la oposición” y señaló que su deseo es sentarse a discutir desde este porcentaje obtenido de votos, que no es un tema menor.
Se vienen tiempos movidos en la Argentina. ¿Qué pasará con este gobierno y el desafío que tiene esta economía? Ahora viene la economía, es tiempo de que el gobierno demuestre efectividades conducentes económicas y también, significa otro gran desafío para la oposición: ¿Qué pasará con la oposición? ¿Logrará encontrar un mecanismo para unirse, logrará encontrar una renovación más allá de Cristina Fernández de Kirchner, así como lo representó Cafiero en el ’85, así como lo representó Menem en el ’89 y generó luego un período de diez años de gestión? Estas son preguntas que hoy no tienen respuestas en un escenario que se va a ir estructurando en la medida que pasen los días.
Una elección en síntesis, un éxito para el gobierno que tenía que festejar ayer a la noche luego de su preocupación por el caso Maldonado, que no hizo mucha mella, al menos, a través de los números en esta elección.
*CEO de CEOP LATAM Consultora.