Con una producción que crece, las carnes argentinas buscan mejorar el rubro exportaciones
Entre los productores porcinos hay preocupación por el aumento de importaciones, mientras que los ganaderos siguen sin abrir el mercado norteamericano.
En los últimos días, desde el Gobierno nacional buscan revitalizar las principales cadenas cárnicas del país, tanto en el mercado doméstico como en el comercio exterior. En este camino, sobre finales de la semana pasada se llevó a cabo la reunión de la Mesa Exportadora Porcina, y el lunes posterior a las elecciones, el presidente Mauricio Macri recibió en la Casa Rosada a la Mesa de Ganados y Carnes.
Las restricciones para importar y el avance de las exportaciones de parte de los EEUU complican a los productores argentinos de cerdos y de vacunos.
La foto de cada sector tiene sus matices. Por el lado de los productores porcinos, las noticias que llegan en relación a los volúmenes producidos y las posibilidades de comercio exterior son alentadoras. En el encuentro de la mesa exportadora, que se realizó en el ministerio de Agroindustria de la nación y fue encabezada por el subsecretario de Ganadería Rodrigo Troncoso, presentaron estadísticas de la cadena, en donde se puede apreciar que la producción de esta carne creció un 7 por ciento en relación a 2016, y con un consumo anual por habitante de 13,7 kilos.
En el ámbito local, y si bien es una carne que suma espacios a pasos pequeños, por detrás de la bovina y la aviar, de manera paulatina gana lugar en la preferencia de los consumidores, y estiman que en el mediano plazo su consumo crecerá.
Con respecto al comercio exterior, con el mercado ruso como principal destino y otras alternativas que aparecen en el mapa, como el caso de Singapur, los exportadores locales apuestan a crecer en 2018 y llegar a las 20.000 toneladas, mientras que para el presente año los envíos se ubicarían sobre las 14.000 toneladas.
De todas maneras, y más allá del respaldo que otorgan estos números, en el sector hay una gran preocupación por el creciente incremento en las importaciones. Un vistazo a la balanza comercial muestra un claro déficit, porque mientras las exportaciones cerrarían sobre las 14.000 toneladas, los ingresos al momento de redactar estas líneas superan las 20.000 toneladas. Y si bien en 2018 crecerá el saldo exportable, también aumentarán los ingresos.
A esta preocupación comercial, se suma la inquietud por el riesgo sanitario que implica la tan anunciada importación de cerdo norteamericana. En estricto off the record, uno de los asistentes al encuentro de la mesa exportadora se mostró muy ofuscado por la gestión del oficialismo en materia de comercio exterior, y señaló que en el afán de seducir a la Casa Blanca, los funcionarios argentinos no miden el impacto que podría generar el ingreso de carne porcina made in USA.
Por el lado del sector bovino, la reunión de la Mesa de Ganados y Carnes dejó una buena sensación entre los integrantes del sector industrial de la carne. Con un presidente que se mostró relajado tras el triunfo electoral del 22 de octubre, y secundado por el ministro de Agroindustria Ricardo Buryaile, el oficialismo anunció medidas vinculadas a la transparencia comercial y el control de faena en frigoríficos.
En materia de comercio exterior, y con un mercado que de acuerdo a datos oficiales registro ventas durante el primer semestre del año por 684 millones de dólares, Macri puso la vara muy alta y remarcó que la exportación deberá crecer hasta los 7.000 millones de dólares.
Uno de los asistentes a la reunión fue Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA). Consultado por Infocielo, el directivo dejó sus impresiones sobre el encuentro, y destacó tres aspectos en los que se trabajara en el corto plazo. “Hubo una propuesta concreta para que el Estado libere dos millones de cueros sin arancel, y dio la sensación que lo llevará adelante en el corto plazo”, manifestó el directivo, y también señaló que desde el Gobierno apuntan a cerrar con rapidez cooperativas que trabajen fuera de la ley.
Otro de los temas tratados en el encuentro estuvo vinculado a la implementación de cajas negras en los establecimientos de faena, y en esta instancia el titular de CICCRA explicó que el objetivo de esta medida apunta a que aquellos frigoríficos que desde el próximo mes de marzo no cuenten con este sistema no podrán faenar. En concreto, la medida consiste en la instalación de un Controlador Electrónico de Faena (CAF) en la balanza del palco de tipificación, o en cada balanza del establecimiento.
Un tema que el sector de la carne bovina buscaba tratar en esta reunión era la desgravación del novillo pesado, ítem que se abordará en el próximo encuentro a mediados de diciembre. La propuesta, que busca impulsar el novillo pesado para exportación, consiste en eximir de ganancias la producción de esta categoría a partir de los 400 kilos. En un principio, y con un Estado celoso de sus ingresos fiscales, habrá que ver si esta idea avanza.
Al igual que en el sector porcinos, una de las asignaturas pendientes en el comercio exterior bovino es Estados Unidos. En este caso, y si bien nuestro país busca seducir a este mercado de todas las maneras posibles, los norteamericanos se muestran inflexibles con el ingreso de carne argentina. En este punto, además del cada vez mas creciente proteccionismo en las políticas de la Casa Blanca, el fuerte lobby de los ganaderos y de la industria frigorífica estadounidense en un escollo que los negociadores argentinos no pueden sortear.