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La Iglesia respaldó la mesa de diálogo que busca solucionar el conflicto mapuche

El titular de la Pastoral Social apoyó al Obispo de Bariloche, quien impulsa una solución pacífica a la disputa por las tierras de Villa Mascardi. El ministro de Justicia, Germán Garavano, hizo un llamado a reducir la violencia

El presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Lugones, apoyó ayer la actuación del Obispo de Bariloche, Juan José Chaparro, impulsor de la mesa de diálogo que se conformó para buscar una solución pacífica al conflicto entre el Gobierno y el pueblo mapuche, y sostuvo que “el diálogo no está reñido con el cumplimiento de la ley”. El Obispo de Lomas de Zamora expresó en este sentido que está “totalmente de acuerdo con lo que está haciendo nuestro hermano”.

Asimismo, Lugones se refirió a las críticas que recibió Chaparro al apoyar el reclamo del pueblo originario e impulsar una solución conciliadora. “Nosotros estamos para servir y a veces recibimos algunas humillaciones”, manifestó, asegurando que la Iglesia siempre “llama al consenso y da espacios físicos y morales para el diálogo”.

“Ningún tipo de violencia es la solución. ¿No tendría que haberse abierto una mesa de diálogo antes o durante el conflicto y no llegar a la represión y a la violencia? El diálogo siempre es superador, siempre tiene que estar presente”, destacó el religioso.

Para concluir, Lugones sostuvo que la prórroga de la Ley 26.160, la cual declaró la emergencia en la posesión y propiedad de las tierras ocupadas por las comunidades nativas, “determinó que el Estado Nacional debe darle tiempo a los pueblos originarios para que se normalice el tema territorial”.

 

Nueva reunión

En este marco, la mesa de diálogo conformada a raíz del conflicto en Villa Mascardi, Río Negro, tras la muerte del joven Rafael Nahuel en el marco de un operativo de Prefectura llevado a cabo el pasado sábado 25, retomó ayer las conversaciones alrededor de las 14, con la participación como mediador del Obispo Chaparro. El encuentro contó con la presencia de representantes del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), organizaciones mapuches y de Derechos Humanos, entre otros, a fin de alcanzar una solución pacífica ante el conflicto de tierras.

La conversación entre las partes se reanudó en el Centro Universitario Regional de Bariloche, dependiente de la Universidad del Comahue. “La instancia de diálogo la hemos impulsado desde la parte mapuche”, afirmó Luis Pilkimán, referente de la Coordinadora mapuche rionegrina, quien destacó la importancia de la función mediadora del Obispo, “que permitió que nos podamos encontrar”. Hoy tendrán un nuevo encuentro a partir de las 11 de la mañana.

 

Garavano solicitó que desalojen el predio tomado

Por su parte, el ministro de Justicia de la Nación, Germán Garavano, expresó hoy que “uno no puede sentarse a una mesa de negociación a partir de la violación de una ley”. Además, el funcionario dijo estar aguardando que “se puedan reducir los niveles de violencia” y destacó que “es importante que el lugar sea desalojado, que las personas prófugas se presenten ante la Justicia, que se pongan a derecho y, a partir de ahí, construir un diálogo productivo”.

Cabe recordar que anoche, el juez federal Gustavo Villanueva liberó a los jóvenes mapuches Fausto Jones Huala y Lautaro González, quienes habían sido detenidos mientras bajaban el cuerpo de Nahuel de la montaña después de haber sido herido. El magistrado impuso una fianza de 10.000 pesos a cada uno, suma que no fue pagada al juzgado, sino que se ajustó a un garante.

 

La familia de Rafael Nahuel pidió tranquilidad

Los familiares de Rafael Nahuel, quien perdió la vida por un impacto de bala en el marco de un operativo de Prefectura, difundió ayer un pedido para que cese el acoso de los medios, las organizaciones sociales y los partidos políticos. “Necesitamos alcanzar momentos de tranquilidad y privacidad para transitar en la intimidad el duelo en el que estamos. Hacemos un llamado expreso para que respeten el espacio familiar que consideramos necesario para asumir esta pérdida”, expresaron en un comunicado.

“Pedimos el cese de las llamadas telefónicas, de la vigilancia en la puerta de nuestro domicilio y visitas sin previa coordinación”, manifestaron. Asimismo, aseguraron que cuando se recuperen buscarán “la forma de comunicarnos con la sociedad” y que en el futuro requerirán que los acompañen “en el pedido de justicia con el consecuente castigo a los responsables materiales e intelectuales” del fallecimiento del joven de 22 años.