Djokovic se vino a pique
Se peleó con su mujer y se lesionó el codo. Hace menos de dos años estaba en la cima del ranking y no tenía contra. Ahora no para de perder
Novak Djokovic atraviesa por el peor momento de su carrera. Aquel invencible Nole, que ganó casi todo lo que jugó en 2015 y 2016, y que fue número uno con una amplia ventaja sobre sus rivales, ha caído en picada desde que se lesionase la pasada temporada y desde que circuló la versión de algunos problemas con su mujer. ¿Cansancio, lesión, falta de motivación o golpe psicológico?
“Obviamente, hay cosas que no estoy trabajando bien y tengo que seguir mejorando. Espero que mi juego se recupere y que sea más fuerte según pasen los partidos”, dijo en conferencia tras su eliminación en España.
Desde su entorno, se confirmó que le cayó muy mal las constantes peleas que habrían derivado en una separación temporal con su esposa Jelena Ristic.
¿Puede un profesional de semejante trayectoria verse desbordado por esto? Al parecer, todo hace indicar que en el caso de Djokovic, sí.
“No deja de ser un ser humano”
Por Javier Ferrer. Psicólogo deportivo
“Los bajones que puede llegar a tener Djokovic, como los de cualquier deportista de su talla y jerarquía, son absolutamente normales. Más allá de los factores físicos (como las lesiones), el aspecto psicológico es un punto imposible de separar del aspecto íntegramente humano de quienes muchas veces son considerados máquinas obligadas a rendir al 100 por ciento.
El nacimiento de su hijo, las posibles discusiones de pareja y la negatividad, producto de la lesión que lo aqueja desde hace tiempo, son todos factores que pueden distraer la atención del serbio, La clave es entender que es un ser humano y que tiene como cualquier otro, procesos de los cuales deberá salir. Sería importante trabajarlo a través de la terapia individual”.