El PJ rehabilitado ya piensa en la unidad
Los camaristas consideraron que no existía ninguna situación de crisis que justificara la decisión dispuesta por la jueza Servini de Cubría. Gioja quiso volver a la sede de Matheu, pero Barrionuevo la dejó cerrada con llave
“Tener el sello sirve. Ese sello hay que transformarlo en un instrumento que esté al servicio de la unidad y los intereses del pueblo argentino”, sostuvo José Luis Gioja al enterarse del fallo de la Cámara Nacional Electoral que ayer revocó la intervención al Partido Justicialista que había dictado la jueza federal María Servini de Cubría y lo repuso al frente de la conducción partidaria. Los camaristas Santiago Corcuera y Alberto Dalla Via consideraron que la intervención judicial a un partido es una medida de carácter excepcional, sólo justificada en situación de crisis profunda o violación de la ley, que no se verificaba en este caso. El breve interventor Luis Barrionuevo dejó el edificio de la calle Matheu cerrada cons llave por lo que las repuestas autoridades –Gioja fue hasta allí con un grupo de dirigentes– deberán esperar que la Justicia les facilite el acceso.
La noticia, anticipada ayer por PáginaI12, encontró a las autoridades en plena reunión de la Mesa de Acción Política, que había sido convocada al mediodía en la sede del PJ Capital, en San José al 100. La apoderada ingresó a la sala con el fallo en la mano, lo que desató el festejo con abrazos y canto de la marcha incluido.
“Obsérvese que si se estimara relevante la circunstancia de que la agrupación tuviera ‘adversos resultados electorales’ –según sugiere la señora juez– los cómputos de las últimas elecciones presidenciales podrían poner en condición de ser intervenidos a todos los partidos que integraron las cinco alianzas que no resultaron ganadoras de los comicios”, interpretaron los camaristas con fina ironía hacia la decisión de Servini, compartiendo así la opinión emitida por el fiscal Jorge Di Lello.
Corcuera y Dalla Via plantearon una mirada restrictiva respecto a la decisión de intervenir una agrupación política dado que la resolución de sus cuitas internas debe quedar librado a sus autoridades y afiliados. “Máxime, si como ocurre en este caso, es desplazamiento de las autoridades legítimamente constituidas se produce sin fundamento válido”, añaden en uno de los 22 puntos en los que dividieron el fallo de 27 páginas que, al final, de forma sucinta, informa la decisión de “revocar la sentencia apelada y dejar sin efecto la intervención judicial que mediante ella se dispone”. Resuelve también que Servini de Cubría investigue la denuncia por la adulteración de firmas de actas realizada por Barrionuevo a poco de asumir, cuando buscó repercusión mediática en el nuevo cargo. La tuvo fugazmente.
Desde el vamos, en el peronismo tomaron la intervención como una jugada del macrismo para profundizar las diferencias internas. Veían la mano de la Casa Rosada, especialmente en la designación de Barrionuevo como interventor, uno de los sindicalistas de mejor relación con Mauricio Macri. Por eso Gioja emitió luego un documento con el título “El peronismo unido”. “Los vaivenes judiciales a los que el Gobierno Nacional sometió al partido más grande de Latinoamérica llegaron a su fin, volvemos a la normalidad para seguir marchando en pos de la unidad y la defensa de los derechos del pueblo argentino”, sostuvo allí, para reclamar la convocatoria de “un gran frente nacional, popular y democrático, con las tres banderas del justicialismo como base”.
De la reunión de la Mesa de Acción Política, además de Gioja, participaron los gobernadores de Misiones, Gildo Insfrán, y de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, el vicegobernador de Santiago del Estero, José Neder, los diputados Agustín Rossi, María Emilia Soria, Wado de Pedro y Cristina Alvarez Rodríguez, el presidente del PJ Bonaerense e intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, y los dirigentes Beatriz Rojkés de Alperovich, Ginés González García y Rubén Marín.
Después de los celebrar la decisión judicial, conversaron sobre la intención de acelerar los tiempos en la búsqueda de la unidad partidaria. La idea de Gioja es dejar pasar la semana que viene que tendrá como protagonista la discusión por la despenalización del aborto y, en la otra semana, armar un gran encuentro que reúna a la Mesa de Acción Política, el Consejo Partidario y todos los titulares de los peronismos provinciales para avanzar en el armado de un gran frente. El desafío es atraer al resto de los gobernadores y a los integrantes del peronismo federal, que justamente ayer, se convocaron en San Juan, el terruño de Gioja.