Porcino: otro sector del campo en jaque por el desequilibrio cambiario
Los productores medianos y pequeños de cerdos, que en su conjunto son más del 90% del sector, recibieron varios golpes de efecto por la devaluación. La pelean entre los costos de producción y el valor de la carne
A la violencia de la naturaleza que golpeó a animales con pedrada de hielos, con la que el ganadero arrancó esta semana (también empantanado) los que gustan vivir del y en el campo no tienen buenas noticias.
Pero los que crían siguen al frente aunque no vean con buen ojo el factor económico-financiero del país, ya que ellos cobran en pesos y los insumos los pagan en dólares. En Buenos Aires se faena el 53% de las cabezas del total nacional y se emplean 40.000 personas.
Específicamente, en el sector porcino, la falta de rentabilidad habría afectado a casi la mitad de los productores, según un informe elevado por la Asociación de Productores Porcinos de la provincia de Buenos Aires (Aproporba).
Mientras se tratan de acomodar a los tiempos, con la cautela lógica de lo que ayer podría ser negocio y hoy se transforma en dolor de cabeza, el presidente de la citada asociación, Alejandro Lamacchia, «la situación es muy crítica y hacia fin de año creemos que un 10% más va a dejar la actividad”.
Es que la disparada del dólar complicó el negocio por el valor de los insumos sanitarios y los cereales para la alimentación, que dependen de la divisa norteamericana.
Pequeños y medianos productores de carne porcina (que representan el 95% del sector) claudican porque “el precio que el cerdo alcanzó en el mercado es cercano a los costos de producción y la ganancia es escasa”.
Otro obstáculo para los que explotan el porcino es que al aumenatarse la cantidad de importaciones – congelados- “la competencia es desleal y además es un riesgo porque el descongelado debe consumirse en 48 horas, cuando muchas veces los supermercados no tienen el etiquetado correcto”, subrayó Lamacchia.
¿Soluciones? Que el Estado cree consorcios para a partir de allí estar a la altura de «competir con los grandes».
Todo esto es tratado en la Comisión de Asuntos Agrarios de la Legislatura bonaerense, donde el diputado Mariano Pinedo pidió “reglas claras de juego y que fije parámetros sobre los cuales los trabajadores sepan que se van a poder mover”.
“El valor de la carne en general y del cerdo en particular no acompañó estos incrementos y hoy nos encontramos”, cuentan desde Alberti, en el corazón de la Provincia.