La UCR define pretensiones electorales y juega fuerte en dos distritos clave
Aliviado tras recibir un guiño en favor de la inclusión de Daniel Salvador en la fórmula bonaerense, el radicalismo de la provincia comenzó a mostrarse activo y definió sus pretensiones para el armado electoral de Cambiemos, apostando fuerte a los dos distritos más grandes del interior.
La semana pasada un enviado de la Gobernadora le transmitió tranquilidad al vice bonaerense respecto de su inclusión en la fórmula para la reelección. Ese gesto confirmó lo que en el Comité Provincia ya se daba prácticamente por hecho luego de la designación del ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, como primer candidato a diputado nacional por Buenos Aires.
Con todo, antes del guiño no pocos dirigentes de la UCR habían manifestado su fastidio por la falta de señales de parte del PRO, e incluso habían amagado con empezar a «caminar» la provincia para empezar a instalar candidatos propios. De hecho, el propio Salvador estuvo muy activo en varios distritos del interior, aunque en muchos casos en calidad de visita institucional.
Pese a que no hay una confirmación oficial, los radicales ya dan por hecho la candidatura de Salvador «o de un dirigente de la UCR». «Es un lugar que nos corresponde y hoy Cambiemos no puede darse el lujo de perder votos», razonan en el Comité, al calor de la crisis generada en Córdoba, donde la alianza se partió ante la falta de acuerdos entre los dos precandidatos a gobernador, los radicales Mario Negri (apoyado por el Gobierno y por Carrió) y Ramón Mestre.
En ese marco, los correligionarios ya trazaron un primer pliego de pretensiones que comunicarán a sus socios del PRO y la Coalición Cívica: quieren mantener las bancas obtenidas en 2015 para la Legislatura y sumar una más por la sección Capital, y quedarse con la candidatura a la intendencia de General Pueyrredón, para la que postulan a la concejal Vilma Baragiola. También buscan la reelección de los 41 intendentes que poseen, aunque esa parece ser una regla general para todos los jefes comunales de Cambiemos.
Aunque a simple vista serían apenas dos lugares más, la jugada es fuerte, ya que se trata de los dos distritos más grandes por afuera del Conurbano bonaerense, donde el oficialismo pisó fuerte en las dos últimas elecciones y necesita repetir la victoria para no perder terreno.
En Mar del Plata la situación es delicada: los desencuentros entre la Provincia y el actual intendente, Carlos Arroyo, no son desconocidos por nadie, y generan preocupación en el oficialismo. Allí la UCR propicia la candidatura de Baragiola, quien encabezó la lista de concejales de Cambiemos en 2017. Pero el PRO evalúa la posibilidad de jugar con el diputado nacional Guillermo Montenegro. En ese marco, el diputado bonaerense Maximiliano Abad (también radical) aparece como una opción intermedia. Nada está definido aún.
En cuanto a la Legislatura, la UCR ingresó en 2015 ocho legisladores, y ahora aspira a colar nueve nombres entre los «entrables». El pedido para que uno de ellos sea de La Plata suma presión a una sección en la que faltan bancas y sobran candidatos: la capital bonaerense apenas renueva tres lugares para el Senado, dos de las cuales ya están «pedidas» por pesos pesado. Con todo, para que ingresen los tres Cambiemos debe hacer una elección muy sólida y esperar que ningún rival supere el (alto) piso de 33,3%. En 2015 lo lograron sin dificultades.