Un manual de Educación Sexual Integral que bate récords
Impresionante repercusión tras la publicación en PáginaI12 de «Donde está mi ESI?», creado en el Programa Jóvenes y Memoria
«Me di cuenta de que el libro no solo era necesario para les pibes, era urgente para les docentes», dice a PáginaI12 Andrea Beratz, la profesora de Literatura que guió a les estudiantes de la Escuela Secundaria N° 14 Carlos Vergara, de La Plata, en la producción y escritura de su propio manual sobre Educación Sexual Integral, ante la falta de voluntad política del gobierno bonaerense de promover esos contenidos en las aulas. La catarata de comentarios que tuvieron después de que este diario contara el domingo la historia del libro, la mantiene todavía sorprendida, a ella y a les alumnes que participaron del proyecto, extracurricular, en el marco del Programa Jóvenes y Memoria, de la Comisión Provincial de la Memoria. Centenares de lecturas on line del manual, invitaciones a participar de congresos, a dar charlas en sindicatos, a contar la experiencia a otras docentes, entrevistas en medios de distintos puntos del país y hasta un pedido de libro de una especialista en educación sexual de España, son algunas de las repercusiones que aún están procesando. Para la decana de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, Graciela Morgade, el libro «¿Dónde está mi ESI?» –de les chiques de la Vergara– demuestra que «la ESI es un proyecto pedagógico, político, que interpela, atrae y también mejora la vida de las, los y les jóvenes de las escuelas hasta tal punto que toman en sus manos junto con sus docentes la responsabilidad de hacer un material», reflexionó, consultada por este diario.
El libro –que fue realizado en 2018 y se acaba de publicar– tuvo en los últimos días amplia difusión en redes sociales, en grupos que militan por la ESI, entre alumnes de diversas escuelas, profesoras y sindicatos docentes, a partir de la publicación en PáginaI12, destaca Beratz, con la emoción a flor de piel.
Brenda Ciancio es una de las alumnas que participó de la elaboración del libro. Tiene 18 años y terminó el secundario en diciembre. En marzo empezó el profesorado para ser maestra de nivel inicial. El lunes, una de las docentes le pidió que le pasara los datos del manual que ella y sus compeñeres hicieron para incluirlo como bibliografía del profesorado. «Fue increíble», comenta Brenda, sobre el pedido. También está muy sorprendida por la gran difusión que tuvo el libro desde el domingo: «Se redifundió, nos tiraron un montón de comentarios de gente que estaba re orgullosa de nosotres. Pensar que en un año logramos algo tan lindo para la comunidad en general, para ayudar, me parece muy gratificante. Sé que se va a utilizar para un bien común, dejamos una huellita. Me encantó participar», dijo a este diario.
Beratz es también profesora adscripta en una cátedra de la carrera de Psicología en la UNLP. Es el taller para la elaboración del Trabajo Integrador Final. El martes, cuando fue a dar clase, una alumna se le acercó y le contó que había elegido como tema para el TIF el libro de los pibxs de la Vergara. Es decir, ya es tema de investigación y estudio también. «Lo había visto en las redes. No sabía que yo era la docente que lo había coordinado», apuntó Beratz a este diario.
En el proyecto participaron diez alumnes de 15 a 18 años. Una de ellas, Agustina Ledesma, de 16, muy contenta por el impacto que generó el libro, señaló a PáginaI12: «Me encantó la reacción de la gente, que haya hecho tanto ruido, que se haya difundido tanto».
–¿Por qué cree que tiene tanta repercusión? –preguntó PáginaI12 a Beratz.
–Si bien la Ley de ESI se sancionó hace más de 12 años, la realidad es que se le dio relevancia recién el año pasado en el debate en el Congreso por la despenalización y legalización del aborto. Tanto los que estaban a favor como los que estaban en contra se llenaban la boca con la ESI. Por otra parte, el material que hay para abordar los temas va quedando desactualizado. En algunas escuelas esos materiales, incluso, eran escondidos por los mismos directivos. Seguramente en dos o tres años nuestro manual también quedará desactualizado.
Beratz cuenta que con el equipo de alumnes que trabajaron en el libro se dieron cuenta ahora que no incluyeron el ciclo menstrual de la mujer, entre los contenidos. «Al principio pensé que era un bajón ese olvido, pero después le dije a los chicos que ese tema está en todos los libros de biología, que quien quiera conocerlo lo puede buscar ahí. Esa información sí está. Pero en esos mismos libros no está la vida de la activista trans Lohana Berkins, de pioneras en la lucha por los derechos de las mujeres, el análisis de los medios de comunicación y los titulares, en los casos de femicidios, las posiciones a favor y en contra en el debate del aborto en el Congreso, entre tantos temas que nosotres incluimos en nuestro libro.»
En 180 páginas, el manual recorre ejes imprescindibles de la ESI como la violencia machista y los femicidios/feminicidios; la prevención de los embarazos no intencionales; la discusión por la legalización y despenalización del aborto; el lenguaje inclusivo; la identidad de género y la diversidad sexual; la situación de las mujeres transgénero y travestis, la violencia de género durante la última dictadura militar; el problema de la trata de mujeres para explotación sexual, entre varios más. Cada tema incluye un recorrido histórico y legal, las voces de protagonistas, fragmentos de cuentos, letras de canciones, recomendaciones de películas, preguntas para abrir discusiones y favorecer la reflexión, datos estadísticos, infografías, referencias al contexto internacional, artículos periodísticos, y fotografías de archivos. «¿Dónde está mi ESI? Un derecho de las y los estudiantes» –ese es el nombre completo– se presentará próximamente y se puede descargar gratuitamente.
«Nos juntamos fuera del horario de clase, dos veces por semana 5 horas aproximadamente. Más días de entrevistas, congresos…», contó Beratz, sobre el proceso de producción del libro. El proyecto, subrayó, fue transformador para todes. Especialmente, para ella: tiene 32 años y hace 9 ejerce la docencia y está por graduarse de psicóloga. En el trayecto, por ejemplo, une de los estudiantes pudo revelar su verdadera identidad de género y cambió su nombre.