«El Mercado Central debe garantizar abastecimiento alimentos sanos a precio justo»
Nahuel Levaggi, presidente del Mercado Central desde esta semana, afirmó que el Compromiso Social de Abastecimiento firmado con cámaras y operadores permitió «por primera vez contar con precios fijos para determinados productos» a nivel mayorista.
Por María Laura Da Silva
El flamante presidente del Mercado Central, Nahuel Levaggi, afirmó que el rol del centro concentrador «es garantizar el abastecimiento de alimentos sanos y a un precio justo» a la población y destacó el acuerdo alcanzado con productores para mantener los precios de determinados productos por al menos una semana, en el contexto de crisis por el coronavirus.
Levaggi, en diálogo con Télam, dijo que el Compromiso Social de Abastecimiento fue firmado con cámaras y operadores del Mercado Central, lo que permitió «por primera vez en la historia del mercado, contar con precios fijos para determinados productos» a nivel mayorista.
El funcionario, quien asumió el cargo el martes pasado, es coordinador nacional de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT), una organización gremial que nuclea a pequeños productores y campesinos que hace más de diez años se organizaron para mejorar las condiciones de vida y de trabajo con una concepción social de la gremialidad, con acceso a la tierra, mejores mercados y garantizando alimentos sanos a precio justo.
Impulsados por esta organización se llevaron a cabo los denominados «verdurazos» en Plaza de Mayo y en la plaza del Congreso para impulsar la Ley de Acceso a la Tierra y denunciar las problemáticas del sector.
-Lavaggi, usted asume la presidencia del Mercado Central en el marco de una crisis económica por la pandemia del coronavirus. ¿Cuáles son las primeras medidas que tomó para hacer frente a esta crisis?
-Desde que llegamos, el martes 24 a las 9, lo primero fue construir y fortalecer un protocolo sanitario con respecto de la pandemia en el Mercado Central, que, si no me equivoco, debe ser el centro donde más movilidad de gente sigue habiendo. Llegamos en el medio de la pandemia con dos temas básicos: primero, la cuestión sanitaria y después el abastecimiento. Entonces, la primera fue ordenar para adentro la cuestión sanitaria, con protocolos, maximizando la limpieza, controles, ordenamientos, todo lo humanamente posible para tomar las medidas necesarias.
El segundo día, el miércoles, empezamos a trabajar en la cuestión del abastecimiento, que tiene dos elementos: uno, que haya mercaderías y dos, los precios de la mercadería, que ahora están en discusión, y con eso, construimos un compromiso social de abastecimiento con varias cámaras. Es decir, pudimos construir, por primera vez en la historia del mercado, precios fijos para determinados productos, a través de un compromiso social de abastecimiento.
En ese marco, varias cámaras y operadores del mercado se comprometieron y firmaron un compromiso para mantener los precios de determinados productos por lo menos durante una semana. Finalizado ese período, se vuelve a rever esto.
Llegamos al Mercado en medio de la pandemia con dos temas básicos: primero, la cuestión sanitaria y después el abastecimiento”
-¿Cómo se garantiza que ese precio llegue a las verdulerías de barrio?
-Ese precio se logró para el Mercado Central y lo que es necesario es viralizar que acá, cualquier verdulero, almacenero o supermercado, puede acceder a una bolsa de papa a razón de $17 el kilo. La otra parte que nosotros vamos a empezar a transmitir, es el precio sugerido. Si acá la papa se puede conseguir a $17 pesos el kilo, en el comercio minorista no tendría que estar más de $26 o $27 el kilo.
Uno de los problemas que existe es que no está dentro de las facultades del mercado establecer un precio máximo a nivel minorista.
-¡Entonces no se puede establecer un precio máximo para verduras y productos frutihortícolas?
-Es una decisión que nos excede. Lo que estamos proponiendo construir es un precio sostén y tope. Un precio máximo pero también un precio mínimo, porque de un lado está el consumidor y en la otra punta está el productor. Entonces en este momento, todo el mundo se horroriza por los precios altos.
Esto tiene que ver con el sector de donde provengo, de los quinteros y los pequeños productores, donde cuando la verdura no vale absolutamente nada y en la quinta por ahí se paga $20 un cajón de tomates.
Entonces, si nosotros construimos una ley de precios sostén y tope, o sea, decir que el cajón de tomate no se puede pagar ni menos de tanto ni más de tanto, y en el medio una fluctuación. Bueno, eso te ordenaría tanto para atrás como para adelante.
Estamos en el mercado concentrador de frutas y verduras más grande de la Argentina, y uno de los mayores de Latinoamérica y no tiene un área de nutrición”
-¿Cuáles serán las prioridades de la gestión al frente del Mercado Central?
-Por un lado, que accedan los pequeños productores al mercado, construir un espacio para que ellos accedan y por otro lado, la promoción del modelo de producción agroecológica y una gestión participativa y de consenso. Nosotros vinimos para garantizar alimentos sanos y a precios justos, para el productor y para el consumidor. Esa es la tarea que vinimos a hacer acá.
-¿Y cómo los llevarán a cabo?
-Concretamente, nosotros nos planteamos generar una nave del mercado central que sea solamente para pequeños productores, para productores directos, es decir, para el que saca su verdura de su quinta o también directo para productos de cooperativas del interior. O sea, una nave que sea del sector de la agricultura familiar y cooperativa, por ejemplo. Hoy hay una nave vacía de hecho, que se destinaría para eso. Y por otro lado, ver de qué manera promover, incentivar a la producción agroecológica. Y después tiene que ser un mercado participativo, ya que la comunidad del mercado es enorme, es gigante. El mercado tiene que cumplir su rol social que es garantizar el abastecimiento de alimentos sanos a precio justo. Vamos a construir también una Gerencia de Nutrición que no existe en la actualidad. Estamos en el mercado concentrador de frutas y verduras más grande de la Argentina, y uno de los más grandes de Latinoamérica y no tiene un área de nutrición que trabaje activamente promoviendo.
La alimentación no es solamente crítica por si hay mucho o poco, también es qué tipo de alimentación”
-¿Desde qué diagnóstico de la situación alimentaria del país parte al asumir esta gestión?
-El diagnóstico es el que todos conocemos, es decir, hay una situación de crisis alimentaria debido a la crisis económica. No obstante, esta crisis alimentaria no tiene que ver solamente con cuánta comida hay o no, sino respecto a cuál es la calidad de esa alimentación, quién produce esa alimentación, cómo se distribuye. Porque como siempre planteamos desde la Unión de Trabajadores de la Tierra, si uno solo depende de Bayer o Monsanto para alimentarte todos los días -o si se alimentas solamente a base de carbohidratos- estamos al horno. Entonces, por eso también la gestión acá adentro tiene que ser fomentar la producción agroecológica, promover el espacio de la agricultura familiar campesina indígena, promover el cooperativismo en el campo con una producción sustentable. La alimentación no es solamente crítica por si hay mucho o poco, también es qué tipo de alimentación y quién domina esa alimentación.