Murieron 16 residentes de un geriátrico de San Miguel tras su evacuación por un caso de coronavirus
Los familiares y los dueños del lugar denuncian que no se activó de forma correcta el protocolo y dicen que los contagios se dieron porque una enfermera festejó su cumpleaños en la cuarentena.
Un geriátrico en San Miguel se convirtió en un foco de contagio luego de que una enfermera que trabajaba allí festejó su cumpleaños en familia, donde hubo contagiados de Covid-19, y habría llevado el virus a la residencia de adultos mayores. Murieron 16 de los internados y tanto los familiares como los dueños del lugar denuncian que el operativo de evacuación fue “violento, desprolijo y sin respetar las medidas sanitarias”.
El hogar llamado «Bello Horizonte» tenía 40 residentes. Actualmente están viviendo allí 18 y 4 estaría a punto de regresar.
Los familiares de los fallecidos y sobrevivientes hicieron el pasado lunes una denuncia penal en la UFI N° 4 de San Martín contra el subsecretario de salud, médicos, agentes de tránsito del Municipio de San Miguel, por ser los responsables de «un operativo violento para los residentes del hogar, desprolijo y sin respetar las medidas sanitarias».
Piden que se investigue «la posible comisión de los delitos de encubrimiento agravado, abuso de autoridad, violación de los deberes de funcionario público y abandono de personas».
Verónica Nogueira, dueña del geriátrico, contó que de los 16 fallecidos, sólo 6 fueron confirmados como víctimas del coronavirus según informó el Sistema Integrado de Información Sanitaria: «Los muertos restantes sólo lo sabe Dios. Negligencia sanitaria, imagino, pero yo no soy juez de nadie, sólo me ocupo de cuidar abuelos. Sólo que no me dejaron», dijo al diario Clarín.
«Yo apenas supe que había un caso posible de coronavirus hice lo que tenía que hacer, que fue llamar al municipio pero nunca imaginé que actuarían de la manera en que lo hicieron, con una insensibilidad y unas formas intolerables. Primero, no me dejaron guiar a los responsables del operativo, ya que yo podía brindarles las historias clínicas de cada paciente y sus medicamentos. Ellos prácticamente tomaron mi geriátrico a la fuerza y lo resolvieron a su manera, sin saber quién era quién», contó Nogueira.
La evacuación se hizo en los primeros días de julio, en tres etapas y los residentes fueron trasladados a hospitales o centros de aislamiento sin haberles hecho los hisopados correspondientes. «Se los llevaron con lo puesto, en camisón, a lo sumo un saquito con el frío que hacía y a los minusválidos los movieron sin sus sillas de ruedas y los dejaron tirados en camas durante el período de aislamiento. ¡Sabés el shock que significa ese maltrato para nuestros viejitos! Los arrancaron de su lugar de pertenencia, de sus cosas y los depositaron como si fueran mercadería».
Por su parte, María Victoria Kohnke, la nieta de Ana María Vilas, de 93 años, que hacía tres años estaba en viviendo en Bello Horizonte contó: «Ella estaba bárbaro hasta el día anterior a que se la llevaran, que fue el 1° o 2 de julio, todavía no lo tengo claro, porque estuvimos prácticamente un día sin saber dónde se encontraba, Nadie sabía decirme nada. Después me enteré que estaba en el Colegio Máximo, donde pasó diez días aislada, sin poder ver ni hablar con nadie y hasta le dejaban la comida en la puerta sabiendo que muchas veces no podía llegar a ella».
Kohnke aseguró que su abuela «fue, pese a su edad, una mujer autónoma, independiente» y ahora «me la devolvieron hecha una piltrafa, casi que no hablaba, sin poder caminar, toda orinada y con un olor nauseabundo, ya que estuvo diez días sin bañarse y ni la bombacha le deben haber cambiado».
En tanto, el Municipio de San Miguel dijo que «el Municipio hace controles diarios en todos los geriátricos. En más de un caso encontramos situaciones muy complicadas, que ameritaron que se activaran los protocolos de Covid-19 correspondientes, con traslados realizados por el SAME a establecimientos u hospitales destinados especialmente a la atención de coronavirus en el distrito».