Rosario: hay escuelas que ya sufrieron más de 10 robos
Mientras el Ministerio de Educación de la provincia sigue evaluando cuándo y cómo será el retorno progresivo de los chicos a las clases, los docentes volvieron a poner en la mira la situación edilicia de las 400 escuelas que tiene la ciudad. No solo porque aseguran que “por lo menos el 50 por ciento requiere tareas de mantenimiento que vienen demoradas desde antes del inicio de la pandemia”, sino porque se reiteran los hechos de vandalismo que comenzaron en las semanas de aislamiento obligatorio se reiteran y hay edificios que fueron robados hasta 10 y 15 veces, tal cual lo señaló la secretaria de Asuntos Sociales de Amsafé Rosario, Paula Nardini. Tanques y griferías arrancados, roturas de tableros eléctricos, robos de computadoras y cocinas vaciadas son los daños que acumulan desde hace seis meses, sobre todo las escuelas de los barrios más vulnerables.
Aunque no se vaciaron del todo, porque los equipos directivos siguen yendo y desde allí se reparte la ayuda alimentaria que reciben las familias en los barrios, la falta de circulación tanto del personal como de los chicos y las familias dejó a las escuelas desamparadas desde el día uno.
Con el aislamiento el problema recrudeció y, a lo largo de estos seis meses, ante la imposibilidad de prevenir los episodios, los edificios fueron saqueados y vandalizados una y otra vez y, en los casos más extremos, llegaron a ser robados en más de una decena de oportunidades.
La dirigente de Amsafé Rosario detalló los hechos, que no por reiterados son menos graves. “El edificio de Constitución y Godoy fue desvalijado en los 15 robos que sufrió”, señaló Nardini y contó que el Complejo Esperanza, un centro educativo de barrio Acindar que nuclea a dos escuelas especiales, un taller laboral, un jardín de infantes y un centro de educación física, también fue vandalizado y en esos hechos perdieron “todas las herramientas que se utilizan en los talleres de formación laboral”.
En el sudoeste, una escuela sufrió una decena de robos en apenas 40 días, y la Nº 632, en la zona noroeste, no tiene ni gas ni los baños en condiciones a causas de hechos de esas características.
En la lista está también la Nº 1.202 del barrio San Francisquito, que funciona en Deán Funes y Constitución, donde se quedaron sin campana, llaves térmicas de electricidad y caja de luz, ya no tienen bomba de agua ni depósitos en los inodoros, tampoco quedó grifería y la fibra óptica que se había instalado para garantizar conectividad, también fue robada.
“Eso sucedió en varios episodios, pero lo que sucede es que las escuelas no llegan a recuperarse de un hecho, que sucede otro”, indicó la secretaria de Asuntos Sociales. De hecho, en la Escuela Nº 156 Provincia de San Luis los ladrones rompieron las rejas de nueve salones y lograron repararlas, así como la puerta de la cocina, pero la computadora de la biblioteca que se llevaron, aún no pudo reponerse.
Ni los platos
Las historias se repiten, cada una con sus características. Otra es el caso de la Escuela Nº 1.379 que fue construida hace 20 años en forma provisoria en chapa y madera con el compromiso de levantar el edificio definitivo en la década siguiente. Sin embargo, el plazo se cumplió dos veces, los chicos siguen teniendo clases en esos espacios, que también fueron asaltados.
“Se robaron los vidrios de 20 ventanas, se llevaron una decena de ventiladores y de estufas y vaciaron la cocina donde había platos, vasos, cubiertos y ollas de cien litros para el comedor”, detalló la dirigente, y apuntó: “Ahora soldaron el portón, pero esa no puede ser más que una solución provisoria”.
Las escuelas primarias de Las Flores también “sufrieron cierto ensañamiento”, indicó Nardini y contabilizó hasta ocho robos en esos lugares. Del mismo modo que la Escuela Nº 6.394, de Presidente Perón 5470, que solo en los últimos cuatros meses fue robada siete veces y las autoridades vienen reclamando al Ministerio de Educación “al menos un cuidador y una cámara de seguridad”.
“El problema es que si pensamos en que ya antes de estas situaciones la mitad de las escuelas tenían problemas y falta de mantenimiento, ahora las condiciones son mucho más severas”, explicó la dirigente de Amsafé, si bien incluso reconoció que a través del Fondo de Asistencia Educativa (FAE) se hacen intervenciones, “con este ritmo de robos y asaltos que tenemos, más el atraso en las obras de mantenimiento, no alcanza”, admitió.