“Está a la vista quiénes son los dueños de las tierras y no dan explicaciones de cómo se apoderaron de lo nuestro”
Héctor Santomil
Es integrante de la comunidad Etriek de Villaguay, Entre Ríos, que pertenece a la Gran Nación Charrúa. Trabajan desde hace 20 años revitalizando su lengua madre y la cosmovisión
Héctor Santomil habló en el programa ‘Voces por el buen vivir’, que se emite en Radio Rojas los sábado de 9 a 13 sobre el trabajo que vienen realizando desde hace dos décadas para recuperar la cultura y la tradición de la Gran Nación Charrúa.
“Del pueblo Charrúa siempre se dijo que era de Uruguay, pero teniendo en cuenta que nuestro territorio era una sola cosa, no existían las fronteras, los ríos no eran fronteras como tampoco lo es la cordillera ni la zona norte entre Misiones y Paraguay, donde están los hermanos Guaraníes, como también pasa entre Bolivia y Jujuy con el pueblo aymara y collas; como que siempre estamos en esa cuestión de los límites políticos y que tenemos que poner al día a la ciudadanía diciéndoles que somos pueblos originarios prexistentes” y agregó “nuestro pueblo Charrúa ha sido diezmado, pero no desaparecido en su totalidad como nos quieren hacer creer; hay que tener en cuenta que cuando ingresaron los españoles a estas tierras lo hicieron por lo que actualmente es Entre Ríos, matando y esclavizando a nuestros ancestros y de esa forma se adueñaron del territorio y comenzaron con la aculturación de nuestro pueblo”.
“Para poder sobrevivir nuestros ancestros tuvieron que abandonar su lengua, no así su cosmovisión, pero fueron obligados a olvidar su identidad; pero hubo que abrir la puerta para rescatar lo nuestro y si bien hay historiadores que hablan de buena voluntad, nosotros vamos hacia las voces de nuestros familiares”, apuntó Santomil y añadió “a partir del reconocimiento comenzamos a indagar sobre nuestra identidad”.
“Luego del atropello y de querer hacernos creer que el pueblo Charrúa fue exterminado, diciendo ‘acá no existen más los indios, acá somos todos europeos que vinimos en los barcos’, vemos los resultados de todo eso: está a la vista quiénes son los dueños de las tierras, los que se han apoderado de nuestro territorio y no dan explicaciones de cómo se apoderaron de lo nuestro; es una problemática que existe hasta hoy”.
Sobre la cosmovisión Charrúa, Santomil dijo “está relacionada con nuestros antepasados y estamos trabajando desde hace unos veinte años en la escuela rural Etriek; en la cotidianeidad y en la forma de vivir resaltamos nuestra cosmovisión; ahí concientizamos hacia adentro y hacia afuera, visibilizando nuestra cosmovisión Charrúa ante docentes y periodistas”.
Consultado sobre las características de la cosmovisión del pueblo al que representa, Héctor Santomil describió “nos relacionamos con la naturaleza, algo que es común entre todos los pueblos originarios de nuestro Abya Yala; también otra característica tiene que ver con el otro, ya que cuando otra persona se siente parte nuestra pasa a ser Charrúa” y añadió “esto tiene que ver con la época de la persecución y la esclavitud de los pueblos hermanos y los afrodescendientes, quienes pasaban a ser nuestros hermanos, como los Guaraníes, los Chaná, que son otras parcialidades de Entre Ríos, con quienes compartimos una misma raíz”.
“Los invasores han logrado quitar gran parte de nuestra lengua, aunque nos han quedado palabras, entonces estamos trabajando en el recupero de esas palabras, sumando los préstamos de otros pueblos, por ejemplo tomamos algo de los Chaná, la forma de vida es casi igual”.
Santomil cuenta que muchas de las actividades que practicaban sus ancestros siguen en pie, como la pesca, la caza, la vida al lado del río y arroyos. Y se lamenta por cómo se castigan los paisajes, la tala indiscriminada de árboles que van maltratando su territorio, logrando con ello el desplazamiento de las comunidades a los centros urbanos, arrancándolos de su hábitat natural. “Muchas personas han dejado de ser, han tenido que emigrar, abandonando su identidad; sabemos lo fuerte que ha sido la invasión, logrando borrar la identidad de muchas personas, acá nadie es más que nadie, como decía Gervasio Artigas, algo que aprendió de los Charrúas”.