Juicio por Báez Sosa, día 12: desde el llanto de la familia de los acusados al “yo no soy una puta”
El juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, asesinado a golpes el 18 de enero de 2020 en Villa Gesell, entró en su etapa final, y este martes declararon madres y padres de los rugbiers imputados por la salvaje golpiza a la salida del boliche Le Brique, quienes volvieron a apuntar contra el abogado Fernando Burlando. Tras la sorpresiva declaración de Máximo Thomsen, también rompió el silencio Ciro Pertossi y planteó que frenó la última patada al ver que la víctima estaba indefensa.
En medio de la estrategia de los imputados, Ciro Pertossi pidió declarar para aclarar algo sobre un video en el que se lo ve de frente durante el ataque. “Este chico soy yo y quisiera aclarar que esa patada no la doy y que cuando me doy cuenta que el chico está en el piso me freno antes”, dijo al pararse en la sala de audiencias y con un puntero señalar su imagen en la pantalla donde se reproducía el video.
“¿Por qué freno la patada?”, preguntó el fiscal Gustavo García, y el acusado replicó: “No voy a contestar, ya respondí eso”. También pidió hacer una aclaración sobre uno de los audios en el cual se escucha un pedido a sus amigos: “No se cuenta nada a nadie”. Al respecto, dijo: “Cuando yo estaba viendo el teléfono y lo que hablaban los chicos… Decían que ya había gente en Zárate que sabían que nos habíamos peleado, y yo no quería que mis padres se enteren”.
Luego, regresó a su silla, para dar lugar a la declaración del perito informático Pablo Rodríguez Romeo, quien fue convocado por la defensa para hacer un análisis de la evidencia digital en el expediente y cuestionó el secuestro de pruebas. Consideró que “algunos teléfonos tienen acceso posterior al allanamiento” donde fueron detenidos los acusados. Mencionó que le “hizo ruido” que los celulares se pusieron todos en un sobre el día del secuestro y que cuando los abrió la Policía Federal estaban en nueve. “No quedó consignado en ningún acta”, dijo.
Tras un breve cuarto intermedio, declaró por zoom Agustín Costa Shaw, psicólogo clínico que intervino en la investigación penal suplementaria, y que fue ofrecido por la defensa, a cargo de Hugo Tomei. El profesional contó que los acusados se negaron a la pericia psicológica. “Tenían temblores, nervios… Enzo Comelli sacudía la rodilla. Thomsen llegó y se quebró. Hubo que contenerlo. Se le ofreció agua y luego dijo que no quería realizar la pericia porque se iba a filtrar todo. No pudo parar de llorar”, agregó. En su mayoría, los imputados aducían que lo que contaban se iba a filtrar, y por eso evitaron hablar con Shaw.
Las voces de los padres
Tras el fin del testimonio, declaró Mauro Pertossi, padre de Ciro y Luciano. “Tremendo por lo mediático que fue esto. Después de 25 años de trabajo, me han pedido que me desligara”, relató sobre el empleo que tenía en Toyota Argentina. “Ahora no consigo trabajo, el sostén de la familia es mi esposa. Tengo un emprendimiento. He recibido amenazas, están hechas las denuncias pero no importa: mientras sean por teléfono no pasa nada”, dijo.
Y luego habló sobre sus hijos y lo sucedido hace tres años en Villa Gesell. “Mis hijos no son asesinos. Son chicos, adolescentes, vagos, como decimos en el barrio. No lo puedo creer”, lanzó Mauro Pertossi, quien rompió en llanto durante su testimonio.
Luego, fue el turno de Eduardo Benicelli, padre de Matías, y que también lloró en parte de su testimonio. “Fueron tres años con mucho dolor. Nunca imaginé pasar una situación así. No sé cómo seguir. Le han querido pegar a mi hija y a mi señora en la calle. Escucho que nos dicen hijos de puta. No le encuentro explicación. Es terrible, un dolor terrible para todos. Quieren curar el dolor generando más dolor”, expresó Benicelli, quien también alegó problemas con su trabajo.
Sin mencionar a los padres de Fernando Báez Sosa ni hablar del brutal crimen, en el cierre de la jornada llegó el testimonio de María Alejandra Guillén, mamá de Enzo Comelli, quien salió al cruce de Burlando, quien suele estar muy encima de los medios de comunicación con sus hábiles declaraciones. “Quiero aclararle al señor Burlando que no soy ninguna puta, fue tremendo escuchar esa palabra para mí y mi familia”, exclamó Guillén durante el cierre de su exposición.
Fue la repuesta a una frase que el abogado dijo a la salida de una de las primeras audiencias. Luego de que circulara la versión de que los acusados se habían reído durante la declaración del testigo Pablo Ventura, se le preguntó qué opinaba. “Estoy a muy corto tiempo de empezar a insultar a todo el mundo. Yo pregunto: ¿De qué se ríen, hijos de puta?”, dijo Burlando en diálogo con la prensa.
Más allá de este cruce, Guillén dedicó sus minutos frente a los jueces para hablar de lo que están viviendo. “Mi familia está devastada en este momento. Nos cambió la vida a todos. Es una agonía constante. Acoso, llamadas”, sostuvo.
Para la jornada de este miércoles, día que se cumplen tres años del crimen de Fernando, están citados dos peritos técnicos, pero hay expectativa de que pueda sumarse algún rugbier. (DIB)