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“La memoria ideologizada reemplazó a la historia”

La vicepresidente de la Nación, Victoria Villarruel, se refirió al 49° aniversario del golpe cívico-militar, “fecha que marca una época trágica para todos los argentinos: la interrupción del orden constitucional fogoneada por organizaciones armadas como Montoneros y el ERP, quienes agredieron con saña al gobierno democrático elegido por los argentinos”.

“Los terroristas amnistiados en 1973 continuaron desafiando a la Nación argentina, atacando unidades militares, asesinando civiles, poniendo bombas y pretendiendo partir nuestro país al focalizar el conflicto en Tucumán”, focalizó.

En este sentido, manifestó que “la decisión de una Presidente constitucional y sus Fuerzas Armadas impidieron que se completara el asesinato del millón de personas prometido por el terrorismo marxista con el objetivo de instalar una dictadura interminable como la cubana”.

“El 24 de marzo de 1976 comenzó un gobierno de facto que se extendió hasta 1983, todo esto hace casi 50 años. Absolutamente todo lo sucedido en ese período fue juzgado y castigado con una visión sesgada de la realidad de los hechos”, opinó a través de un posteo en redes sociales.

Acto seguido, puso de relieve que “en estas largas décadas la memoria ideologizada reemplazó a la historia, convirtió a los uniformados en los únicos responsables y a quienes integraron las organizaciones armadas terroristas en víctimas”.

“Y así el dolor se convirtió en un relato manoseado por aquellos que reivindican a quienes pusieron bombas, secuestraron y ensangrentaron el país con una revolución que ningún argentino quería. Sus 17.380 víctimas fueron ocultadas, desaparecidas de la historia en beneficio de un grupo de violentos que originó el dolor que nunca termina de cerrarse”, puntualizó.

“En los últimos 25 años estuve con civiles indefensos sin ninguna asistencia del Estado, vi a hijos y nietos suicidarse ante la impunidad de Montoneros y el ERP, vi a familias de policías asesinados sobreviviendo en la pobreza, mientras sus victimarios se enriquecían. Vi a funcionarios que habían sido miembros de estas orgas cobrando millonarias indemnizaciones. Vi lágrimas e impotencia ante una política estatal que a los civiles y militares asesinados los eliminó de las páginas de la historia porque su sola presencia denunciaba los delitos sin justicia”, enumeró la segunda del Poder Ejecutivo.

Así las cosas, reflexionó: “Casi 50 años después seguimos en una sociedad partida, llena de antagonismos como en los 70, por eso en este 24 de marzo mis pensamientos son para las víctimas del terrorismo que siguen esperando que el Estado las incluya y repare. También pienso en quienes cumplieron órdenes con convicción de que sus actos eran en defensa de la Patria, y que siguen siendo perseguidos y mantenidos prisioneros durante muchos más años que los jefes que impartieron las órdenes y decidieron la estrategia. Y también pienso en aquellos que sufrieron abusos por parte del Estado”.

“Aprendamos de nuestra historia. Cerremos las heridas que siguen abiertas. Empecemos a vivir el presente y construyamos un futuro para todos”, concluyó Villarruel.