Críticas a Conmebol porque Gallardo no pudo dirigir a River
En un inédito encuentro de técnicos de la Conmebol, la histórica final de la Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors volvió a tener eco.
Las críticas al fallo del tribunal disciplinario de la entidad rectora del fútbol sudamericano afloraron el martes en Paraguay por no permitir que Marcelo Gallardo dirigiera a River ante Boca en diciembre pasado en Madrid.
River ganó el partido 3-1 consagrándose campeón ante su acérrimo rival. La final se desarrolló en la capital española porque la Conmebol consideró que en Buenos Aires no existían medidas de seguridad que garantizaran la disputa del cotejo, luego que hinchas de River atacaron el autobús que trasladaba al plantel de Boca para el duelo de vuelta.
Gallardo no pudo estar en ninguno de los partidos tras haber sido suspendido y multado. También se le impidió instruir a sus jugadores porque cometió faltas reiterativas como no enviar a tiempo al equipo a la cancha y no respetar un castigo preliminar.
Gustavo Alfaro, quien tomó las riendas de Boca en enero tras la salida de Guillermo Barros Schelotto, manifestó que la sanción a Gallardo fue “injusta”.
“Las sanciones están bien, pero un entrenador necesita trabajar, no puede dejar sin dirigir a su equipo», dijo Alfaro.
Insistió que Gallardo tenía el derecho de instruir a sus jugadores desde el vestuario o las tribunas pero sin entrar a la cancha para sentarse en el banquillo.
Salvo el argentino Miguel Ángel Russo, actual técnico del club peruano Alianza Lima, los demás colegas evitaron referirse a la posición de Alfaro. Russo afirmó: «no abandonaría a mi equipo aunque me tuvieran que multar con 100.000 dólares».
Alfaro se pronunció en el encuentro de los técnicos que dirigen clubes en la actual edición de la Libertadores, convocados en la sede de la Conmebol, para discutir sobre la reglamentación, uso del videoarbitraje, premios y el control antidopaje.
El presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, respondió a Alfaro al advertir que «se deben respetar el fondo y la forma de los reglamentos, pero escucho las inquietudes porque es el objetivo de esta cumbre».
Durante la reunión, el ex seleccionador colombiano Francisco Maturana presentó un informe con datos técnicos de la Copa Libertadores de 2018.
Se anotaron 353 goles, el 71% como culminación de jugadas elaboradas, indica el análisis, en cuya presentación participaron también los exporteros Nery Pumpido de Argentina y Faryd Mondragón de Colombia.
Los tres fueron contratados por Conmebol como integrantes del comité de análisis de competiciones.
El 11% de los tantos se logró de penal y el 18% en otras acciones con pelota parada. En tanto, el 73% se logró dentro del área y el 27% desde fuera de ésta.
Domínguez hizo un relato largo de los cambios estructurales y financieros introducidos en la actualidad en la institución.
Al asumir el mando en 2016, dijo que «encontramos gente buena pero desmotivada, la organización interna era un desorden; la Copa Libertadores, Copa Sudamericana y Copa América estaban literalmente tercerizadas a empresas que tenían otros intereses».
Añadió que «la Conmebol no tenía control de sus campeonatos. El presidente solo debía estar en el último partido para entregar la copa».
Sin identificar a sus predecesores Juan Ángel Napout y Nicolás Leoz, Domínguez reveló además que el presidente «era como el dueño, Conmebol era un feudo, no discriminaba las cuentas personales de las cuentas de la Conmebol».
Domínguez informó que el dinero repartido en 2015, cuando explotó el escándalo de corrupción de la FIFA, fue de 52 millones de dólares mientras que en 2019 se tiene previsto un premio a equipos de Libertadores, Sudamericana y Recopa de 162 millones de dólares.
Paralelamente, destacó que la venta de derechos de transmisión televisiva a la red social Facebook «nos dio unos 200 millones de nuevos espectadores».
Aunque no fue categórico en repetir la experiencia de disputar la final de la Libertadores fuera de Sudamérica, el dirigente se preguntó: «si el producto (el fútbol sudamericano) es bueno, ¿por qué no llevarlo afuera?», agregando que en el exterior se recauda mucho dinero.