Cómo lograr una casa libre de estrés
Para disfrutar de cada espacio de nuestro hogar sin sentir agobio ni malas energías
Cuando se vuelve a casa después de un largo día de trabajo, lo que menos queremos es entrar a un lugar caótico y descuidado, donde el solo hecho de estar allí nos transmite malas energías.
Estos efectos que pueden generar nuestra casa no son más que el reflejo de nuestro estado de ánimo. El hogar debe ser un espacio donde podamos estar relajados y disfrutar de la buena compañía, no un lugar donde se prolongue el estrés del día a día.
Por eso les compartimos algunas tácticas para aplicar y que al entrar en tu casa se sienbta como un sitio de relax.
El azul es el color anti-estrés por excelencia, porque es un color que transmite calma y serenidad. Ideal para decorar los ambientes del hogar
La decoración y ambientación del hogar impacta mucho, desde lo visual, en el ánimo. Según la decoración de interiores, hay algunos elementos que se pueden incorporar y que son perfectos para combatir el estrés.
Elementos de la naturaleza
Si no hay muchas plantas o flores en el interior de tu casa, es hora de empezar; porque no sólo son elementos accesibles y económicos, sino que aportan muchos beneficios estén donde estén. Las plantas de interior, además de crear ambientes bonitos, afectan positivamente la salud física y mental: son humidificadores naturales, limpian el aire, ayudan a la relajación y aportan energía.
Las flores (especialmente la lavanda, los geranios, los lirios, las rosas y las orquídeas) también son grandes aliados porque ayudan a reducir el estrés.
Espacios espaciosos
Este juego de palabras es crucial para combatir el estrés en el hogar. Una habitación ideal es una habitación que no esté llena de objetos y adornos, que se pueda transitar sin dificultades, que tenga mobiliario en cantidad moderada; en fin, un espacio que no esté saturado y que, por ende, no nos sature.
Por eso es recomendable (más aún si se vive en un departamento pequeño) que revises tu casa y, en la medida de lo posible, liberes las zonas de paso, separes muebles, y vacíes estanterías o deshagas cualquier adorno que pueda estar sobrando.
Color azul
El azul es el color anti-estrés por excelencia, porque es un color que transmite calma y serenidad, invita a soñar, impulsa la imaginación, e incluso reduce la presión arterial. Es perfecto para incluirlo en paredes o añadirlo en los elementos de decoración. Y si quieres potenciar aún más su efecto relajante, combínalo con colores pasteles o blanco.
Relax oriental
La India es reconocida como un país referente en materia de prácticas de relajación y hábitos saludables para el cuerpo y la mente. De hecho, fue en este país donde nació la práctica del yoga. Desde este lado del mundo, nosotros podemos incorporar elementos asociados a estas prácticas e introducirlos en nuestro hogar: piedras energéticas, inciensos, aceites aromáticos, e incluso pequeñas fuentes de agua que relajan con su sonido cristalino. Estos objetos se consiguen muy fácilmente y aportarán bellos perfumes y buenas energías a cualquier ambiente.
Fotografías especiales
Este truco anti-estrés sólo necesita de mucho amor y algunos portarretratos. Colocar en las paredes fotos y cuadros de la familia, amigos e incluso de nuestra mascota, hace que cualquier sala se llene de cariño y se vuelva un ambiente reconfortable que nos reciba apenas entremos a casa.
Diseños limitados y simples
Como mencionamos antes, la saturación no es buena para la fatiga mental. Esto también se aplica a las texturas o diseños de almohadones, alfombras, cortinas, o cualquier objeto que lleve estampado. Optá por papeles de pared sin diseños complicados y de un solo color, estampados lisos antes que a rayas o a lunares y texturas soft. Una habitación anti-estrés debe seguir patrones suaves y no agresivos que alivien la tensión y fomenten la relajación.
Otros trucos
Además de los ambientes armónicos y bonitos creados gracias a la decoración, existen prácticas sencillas que podemos aplicar en el hogar que también nos llenarán de paz y calma.
Por más que hayas escuchado miles de veces la frase “una habitación ordenada es una mente ordenada”, esta nunca deja de estar vigente. Y no sólo lo dice un dicho popular, también hay investigaciones científicas que lo demuestran. Según estos estudios, existe una relación entre los altos niveles de cortisol, la “hormona del estrés”, y los propietarios de los hogares más desordenados. Por eso intenta siempre mantener tu casa ordenada y limpia todos los días.
El Feng Shui es un arte milenario de China que busca la armonía entre el espacio y las personas que lo habitan. Aplicado al dormitorio, logramos un descanso más reconfortante que ayuda muchísimo a reducir el estrés. Para generar un flujo de energía relajante en el dormitorio, debemos colocar la cama en el lado opuesto a la puerta de entrada, pero no directamente frente a ella; y colocar la cabecera sobre una pared que no tenga aberturas ni puertas. También se recomienda no tener demasiados espejos en el dormitorio (dos, como máximo), y procurar que no estén frente a la cama para que no incidan en el descanso.
Abrir cada día las ventanas, persianas y cortinas tiene muchos más beneficios de lo que te imaginas. El aire fresco y la luz solar (especialmente la de la mañana) son reductores naturales del estrés y la depresión. Al abrir la ventana, no solo estaremos ventilando el ambiente y evitando malos olores, si no que también estaremos recargando de energía el ambiente y dejando que el aire fluya sin obstáculos.