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En Junín, más allá de la recuperación, aún hay muchas hectáreas bajo agua Locales

El partido de Junín cuenta con unas 220.000 hectáreas, de las cuales 150.000 están afectadas a la actividad agropecuaria, ya que el resto se dedica a la actividad ganadera o no está en condiciones de ser utilizada. CARBAP, entidad que agrupa a 114 asociaciones rurales de la Provincia de Buenos Aires y La Pampa, señaló en un informe que hay poco más de 5.5 millones de hectáreas anegadas y al menos 2.5 millones de hectáreas afectadas indirectamente en el país. Foto archivo

Respecto de lo que ocurre en nuestra ciudad, Rodrigo Esponda, miembro de CARBAP, señaló a La Verdad que “el agua ha bajado pero aún siguen muchas hectáreas que están afectadas, pero no inutilizables, hay que marcar esa diferencia. Tenemos que ver cómo se desarrolla la primavera, dicen que va a ser lluviosa, pero hay que ver qué ocurre. Es ahí cuando se podrá ver cuáles son las hectáreas anegadas y no se podrá trabajar. Hay productores que todavía no saben si van a poder sembrar, pero no son todos. Hay que tener en cuenta que se puede esperar hasta mediados  de diciembre para sembrar, aunque sí sabemos que eso repercutirá en el rinde y el potencial”.

Siembra. A días de comenzar la siembra gruesa 2017/2018, la situación es en gran parte de la provincia bonaerense es desesperante, prácticamente toda la cuenca del Río Salado, desde la desembocadura en la bahía Samborombón extendiéndose hasta zonas de La Pampa y sur de Córdoba, pasando por todo el oeste de Buenos Aires, se encuentra en graves problemas hídricos producto de las elevadas precipitaciones del 2017. Parte de estas zonas, como el partido de General Villegas, vienen en problemas desde hace más de 15 meses.

La diversidad de problemas que generan estas inundaciones va desde la pérdida de miles de hectáreas de soja y maíz que no se pudieron cosechar, cientos de miles de litros de leche que se tuvieron que tirar, hasta la perdida de terneros y vacunos en general. Las pérdidas no solo son productivas, sino también la infraestructura, sobre todo la parte vial, está colapsada, poniendo en juego la vida rural. Imposibilidad de llegar a los campos, escuelas rurales que no pueden dictar clases, se convirtieron en un cóctel explosivo que hizo que en muchas zonas que quedaron aisladas que tuvieron que ser abandonadas ante el avance del agua. Además, varios cascos urbanos se vieron afectados, manteniendo en vilo a los habitantes de los mismos ante el avance del agua.

En toda esta zona, una gran parte del corazón productivo agrícola, ganadero y lechero de la Argentina, poco más de 5,5 millones de hectáreas inundadas y/o anegadas. A esa superficie hay que agregarle aquella que no tiene piso, por efecto de las napas, lo cual impiden llevar adelante cualquier labor, y aquellas zonas inaccesibles por la falta de caminos adecuados. La zona analizada comprende una superficie de poco más de 21.5 millones de hectáreas, y abarca gran parte de Buenos Aires, los partidos del Noreste de La Pampa y los partidos del sur, que limitan con Buenos Aires, de Córdoba y Santa Fe.

De continuar las precipitaciones por encima de la media, la situación se seguirá agravando. Si bien los pronósticos auguran un escenario de precipitaciones algo más baja que lo normal, la situación actual no permite ser optimistas.