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Se formalizaron los cambios en la cúpula de la Bonaerense

Marcelo Seal fue designado como subjefe de la Policía. En tanto, Marcelo Daniel Corbalán quedó a cargo de la Superintendencia de Seguridad Región Capital. En la misma ceremonia fue puesto en funciones oficialmente el jefe de la fuerza, Fabián Perroni

El ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Cristian Ritondo, puso ayer en funciones de manera formal al comisario general Fabián Perroni como superintendente general de la Policía Bonaerense, en un acto que se desa­rrolló en el Liceo Policial “Comisario General Jorge Vicente Schoo”.

Asimismo, tal como anticipó este medio, el funcionario designó al comisario general Marcelo Seal como subjefe de la Policía, con el cargo de subcoordinador general operativo. De esa forma, el gobierno provincial puso en funciones al segundo de la fuerza, cargo que estaba vacante desde mayo pasado.

Seal fue director de Gestión y Planificación de la Superintendencia de Seguridad Siniestral hasta diciembre de 2012. En esa fecha fue designado como titular de esa Superintendencia para relevar a Roberto Castronuovo, el agente que quedó vinculado a Héctor “El Topo” Moreira, uno de los detenidos por el crimen de Candela Rodríguez.

De acuerdo a la Declaración Jurada presentada el año pasado, el flamante número dos de la Bonaerense tiene bienes por $1.377.465, y cabe destacar que en el análisis de ese informe no se detectaron irregularidades.

En el caso de Perroni, el gobierno provincial oficializó el 18 de octubre último su designación al frente de la Policía provincial, cargo que ya desempeñaba de manera provisoria luego de la salida de Pablo Bressi, en mayo pasado.

En el acto desarrollado ayer también se entregaron las insignias a los comisarios generales Marcelo Daniel Corbalán, superintendente de Seguridad Región Capital; José Luis León, super­intendente de Seguridad Región Interior Centro; y Walter Alfredo García, secretario general de Policía.

Por otra parte, Néstor Guillermo Villegas, quien se encontraba al frente de la Superintendencia de Inteligencia Criminal, también fue ascendido a comisario general.

 

“No hay lugar para los que manchan el uniforme”

“A casi dos años de tomar este desafío, estoy muy contento de los resultados alcanzados hasta el momento. Falta mucho más, pero con la vocación, el coraje y las ganas que tienen los buenos policías seguramente todos los objetivos que tenemos están cerca de cumplirse”, declaró Ritondo durante la ceremonia.

A su vez, agradeció “el compromiso” de los oficiales que realizan con honradez su tarea y subrayó la importancia del “desafío que tienen por delante”.

“No hay lugar para los que manchan el uniforme”, recordó el titular de la cartera de Seguridad.

Además, el funcionario provincial destacó que “con la designación de Seal se buscó reconocer un área de la Policía que lleva adelante un trabajo en donde constantemente se arriesga la vida por los demás”.

En tanto, Perroni agradeció el aporte para la Policía de parte del gobierno de la Provincia de Buenos Aires en tecnología y capacitación, y sostuvo que los niños “son el futuro y tenemos la obligación de darles lo mejor, sin dudas”. “Ése es el compromiso que tenemos aquellos que manejamos esta fuerza”, afirmó.

El nuevo superintendente había mantenido un diálogo con este diario a poco de hacerse cargo de la fuerza (tras la renuncia de Bressi), donde, en sintonía con lo planteado por las autoridades del gobierno, afirmó que “la Provincia necesita uniformados con convicciones que no sean cómplices de hechos delictivos, que no sean polichorros o polinarcos”.