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Carlos Damín: “Se triplicó el consumo de marihuana en la edad secundaria”

El presidente de Fundartox y jefe de Toxicología del Hospital Fernández dialogó con Democracia sobre el aumento del uso del cannabis en adolescentes, sus efectos y consecuencias a largo plazo.

En lo que va del año se incautaron 566 kilos de marihuana en Junín. Y las cifras son solo la punta de un flagelo que se expande año tras año, incluso a otras sustancias, como la cocaína.

En las últimas semanas se realizaron incluso varios secuestros de drogas en la ciudad, especialmente de plantas de marihuana, lo que vuelve a poner el ojo en el cultivo y el consumo de esta sustancia que si bien muchas agrupaciones cannábicas defienden, los expertos de la salud la refutan enfáticamente.

El doctor Carlos Damín, oriundo de Bragado, presidente de Fundartox y jefe de Toxicología del Hospital Fernández, dialogó con Democracia sobre el aumento del consumo de marihuana, sus efectos y las consecuencias a largo plazo, no solo para los jóvenes sino para la sociedad.

-En los últimos días hubo varios operativos de secuestro de plantas de marihuana en la ciudad ¿Cuál es la situación legal en Argentina? ¿Se puede cultivar o no?

-La Ley nunca se modificó por lo tanto en nuestro país es una sustancia prohibida. No se puede tener ni un gramo ni cinco ni dos kilos. La diferencia está en que si la cantidad encontrada es presumiblemente para consumo personal, es excarcelable. Si es un kilo, ya no convence a ningún juez de que es para consumo personal y se presupone que es para venta, entonces no es excarcelable. Pero en cualquiera de los dos casos la persona va presa.

– Los adolescentes cada vez consumen más.

– Hay un aumento en el consumo, sí. Y es muy claro, la Sedronar presentó una encuesta realizada durante todo el 2016 que fue presentada a principios de 2017 y claramente  vemos que se triplicó el consumo de marihuana en la edad secundaria.

 “Fumar mucho tiempo marihuana produce un deterioro neurocognitivo evidente y evidenciable a través de cualquier test neurocognitivo”.

– ¿Cuáles son las consecuencias que trae aparejadas el consumo?

– No es lo mismo que una persona comience a fumar marihuana a los 14 años que comience a los 30. Además también va a depender de la cantidad que fume.

En relación al consumo, vale destacar que el organismo no está preparado para fumar, por lo tanto la temperatura a la que ingresa el humo es dañina para la estructura del pulmón. El humo posee alrededor de 7000 sustancias químicas, de las cuales cerca de 100 son cancerígenos y producen cáncer de labio, lengua, laringe, faringe, vejiga, pulmón. A eso hay que agregarle los componentes propios de la marihuana, que tiene alrededor de 400 principios químicos activos, y alrededor de 80 que son psicoactivos, es decir, cannabinoides  y esos afectan todo el organismo.

– ¿Qué tipo de alteraciones provocan?

– Afectan claramente el sistema nervioso, produce agitación, depresión, alucinaciones.

Fumar mucho tiempo marihuana produce un deterioro neurocognitivo evidente y evidenciable a través de cualquier test neurocognitivo. Además desestabiliza a una persona que tiene un antecedente psiquiátrico ya que la marihuana la pone de manifiesto y desencadena trastornos psiquiátricos. También produce alteraciones sobre las hormonas sexuales tanto del varón como de la mujer y alteraciones en la intimidad, alteraciones neurológicas. Es decir que afecta todo el cuerpo.

– Se habla del uso de cannabis con fines terapéuticos, ¿es efectivamente así?

– Son cosas distintas. La planta de marihuana, tiene alrededor de 400 sustancias químicas , de esas 400, hay una que ha demostrado tener efectos terapéuticos como medicamento. Evidencia clara hay en una enfermedad, que es un tipo de epilepsia y como coadyuvante para algunos analgésicos en enfermedades terminales donde hay mucho dolor y puede potenciar algunos analgésicos, pero hasta el momento hay evidencia en solo dos lugares. Se están haciendo estudios porque potencialmente pudiera ser útil en dos o tres enfermedades más, pero tampoco es la panacea.

Pero que quede claro, ese componente de la planta de marihuana, producido como un medicamento (que puede ser gotas en un jarabe, inyecciones, comprimidos), no tiene nada que ver con fumar marihuana. La marihuana no tiene ninguna propiedad terapéutica, fumar marihuana no tiene ningún efecto benéfico y en esto hay que ser categórico. Ahora de la planta puede salir un medicamento que sabemos que es bueno en un par de situaciones y potencialmente puede ser bueno en otras que aún se investigan.

“Si consumimos lo que consumimos de alcohol, de tabaco, de medicamentos, como sociedad, ¿por qué pensamos que los más chicos cuando salgan van a cuidarse?  No tienen el hábito de cuidarse, no lo saben, no lo aprendieron”.

– Se escucha aún decir que un cigarrilo de marihuana es más sano que un cigarrillo de tabaco.

– Eso es parte de la barrabrava de los clubes canábicos. Son distintas. Fumar, sin meternos con las sustancias, ya por la temperatura y demás, es nocivo para el pulmón. Si a eso le ponemos tabaco, nicotina, canabinoides, bueno…

La nicotina sí genera dependencia más rápido que la marihuana, pero la marihuana tiene un efecto psicoactivo superior al de la nicotina o el tabaco.

– Dado el alto consumo cada vez a menor edad ¿se puede pensar en qué tipo de sociedad tendremos a futuro?

– Vamos a tener una sociedad con un deterioro  importante en algunos años porque no solo es la expansión del consumo de marihuana sino la disminución dramática de la edad de inicio, del consumo de alcohol, la autoprescripción de medicamentos. Tenemos un alto porcentaje de la población que consume psicofármacos,  es decir que vamos a tener una población con alteraciones neurocognitivas en los próximos años.

– ¿Qué pueden hacer las familias, los padres?

– Los padres no tienen que bajar los brazos. Pero en primer lugar tienen que tener un cambio de actitud. Nosotros precisamos que los padres tengan un cambio de actitud  hacia la salud.

La generación que va de los 20 a los 70 años, es una generación que no se cuida. Precisamos tener hábitos saludables, precisamos que la salud sea un bien a cuidar, y entonces si logramos que la familia tenga presente  el cuidado de la salud, vamos a tener chicos que cuando salgan a la calle van a tener un hábito de cuidado, van a poder pensar en cuidarse.

Si consumimos lo que consumimos de alcohol, de tabaco, de medicamentos, como sociedad, ¿por qué pensamos que los más chicos cuando salgan van a cuidarse?.

No tienen el hábito de cuidarse, no lo saben, no lo aprendieron. Como sociedad, los padres tienen que hacerse cargo de cambiar actitudes. Y por supuesto poner límites que no se están poniendo.

Cuando un padre facilita una previa en su casa a un chico o se enorgullece porque el primer porro el hijo lo fumó con él, estamos en problemas.