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Conmoción por la muerte de Lito Cruz

El actor, oriundo de Berisso, fue un ícono de la actuación, brillando en el cine, el teatro y la TV. Fue maestro de intérpretes y tuvo una gran amistad con la estrella de Hollywood Robert De Niro

A los 76 años, Lito Cruz  fue hallado sin vida en su departamento por su hija, Micaela, quien contó: “Lo encontré dormido en la cama. Se fue en paz”. Aún no están claras las causas del deceso, y su cuerpo será velado hoy en Capital Federal. El actor, ícono de una generación, tuvo una vida marcada por el teatro y la enseñanza. En las últimas semanas, una denuncia por violencia de género había empañado su larga trayectoria.

Nacido en Berisso, terminó la secundaria en La Plata y migró a Buenos Aires, donde comenzó a estudiar Arquitectura mientras integraba sus primeros grupos de teatro independiente. Se formó en nuestro país, en Chile y en Estados Unidos, para luego volcar sus conocimientos y su pasión por la docencia fundando el grupo Eteba (Equipo de Teatro Experimental de Buenos Aires).

Fue maestro de los mejores intérpretes de nuestro país, pero su reconocimiento trascendió las fronteras desde temprano. A finales de la década de 1960 y comienzos de los 70, encarnó al personaje principal en la obra La leyenda de Pedro, que causó conmoción en Europa y abrió el camino para el teatro independiente argentino en el exterior.

Su carrera se diversificó entre las tablas y la pantalla grande, pero nunca dejó de dar clases. Fue profesor en el Conservatorio Nacional de Arte Dramático, director del Teatro de La Ribera y director del Instituto Nacional del Teatro. Su primera gran aparición en el cine fue en Don Segundo Sombra, pero su extensa carrera incluye la participación en más de 40 películas. También se destacó en televisión, con papeles fundamentales en Tiempo final, El garante y El elegido (ganando por este último un Martín Fierro como mejor actor), y las recientes La Leona y Siete vuelos.

 

El amigo de Robert De Niro

Cuando Robert De Niro visitó nuestro país en 1980 para presentar Toro salvaje, Lito no lo dudó. “Fui a verlo al hotel donde estaba alojado y me presenté. Le dije que yo era un actor argentino y que su manera de trabajar me parecía fuera de serie. Que quería saber cómo hacía, cuál era su método”, recordó Cruz, sobre lo que sería el comienzo de una bella amistad. Alguna vez lo visitó en Estados Unidos, donde De Niro lo esperó con las entradas para su obra y lo alojó en un piso debajo de su departamento. Allí compartieron interminables charlas y afianzaron la relación. En la Argentina, en cambio, supieron compartir vinos y asados. «Un día aparecí (en la casa de Federico Luppi) con De Niro, nadie lo podía creer. Juntos, comimos un gran asado».

Estaban Hugo Arana, Betiana Blum, Víctor Laplace y Luis Brandoni”, contó alguna vez Lito, quien pese a su éxito, siempre volvía a La Plata y a Berisso, lugares que lo vieron nacer y crecer.