Usar el celular para todo, un hábito que causa furor en nuestro país
La Argentina encabeza el ranking mundial de uso de internet en smartphone. Datos y costumbres de una tendencia que no para de crecer y marca nuevas pautas de consumos culturales.
Lejos ya aquellos tiempos en que el celu servía también para mandar algún que otro mensajito o escuchar música, y ya prehistóricos los días en que sólo servían para hablar y nada más, los smartphones irrumpieron en la vida cotidiana de los argentinos y, de un tiempo a esta parte, configuraron un proceso de cambio de hábitos en la manera de consumir, aprender, informarse y acceder al conocimiento. Y no es cuento: hoy usamos el celu para hablar, mensajear, navegar, mirar tele, leer, hacer gimnasia o estudiar.
Según un trabajo elaborado por Google, los argentinos miran la pantalla de sus móviles entre 220 y 250 veces por día. El dato revelado por el gigante de Internet da cuenta de la transformación de los hábitos de acceso a la información a partir del uso del smartphone, herramienta de la que en el país dispone el 43% de las personas que tienen teléfonos móviles (y que para el 17% de ese universo significa la única forma de acceso a la web).
Pero no es lo único que revela el fenómeno: según un estudio de la compañía de marketing digital ComScore difundido esta semana, los usuarios argentinos encabezan el ranking de quienes más utilizan minutos móviles en smartphones para revisar redes sociales y en mensajería instantánea, por lo que el 94% del uso de Internet en el celular se lo llevan las app.
El informe, realizado a nivel global, ubicó a la Argentina entre los cinco países que más utiliza minutos de internet a través de teléfonos móviles, con un 73%, lo que implica, por ejemplo, un 40% más que los españoles y un 20% más que los brasileños.
Además, registró que en el mundo uno de cada cuatro usuarios de internet es exclusivamente móvil (es decir que no utiliza computadoras), colocando así a la Argentina con un porcentaje del 15% y con una preponderancia de mujeres.
Lo que distingue a los usuarios locales es que el uso móvil de internet se lo llevan las aplicaciones, pero aún se mantiene la resistencia a hacer compras o trámites bancarios por ese medio, conservando la costumbre de hacerlo desde una computadora. En cuanto a las preferencias argentinas, las redes sociales más populares son Facebook e Instagram, con 61% de utilización total, y en mensajería Whatsapp se ubica con un 90% de uso preferencial.
Costumbres móviles
Si el celular irrumpió en la vida cotidiana de los argentinos, qué decir del uso que le dan los más chicos. Las pantallas de los smartphones se convirtieron en muchos casos en el epicentro de su entretenimiento. En nuestro país, de hecho, se estima que siete de cada diez chicos de cuatro y cinco años ya acceden al uso de un teléfono celular. Con todo, ese uso masivo empieza a hacer sonar alarmas cada vez en más regiones del globo. Un estudio reciente elaborado por investigadores alemanes asegura que el uso diario de un smartphone por parte de los más chicos incrementa el riesgo de que sufran problemas de concentración e hiperactividad. Y otro trabajo presentado en los últimos días en Australia indica que el uso de celulares hasta última hora del día deteriora el descanso y, potencialmente, la salud mental de los adolescentes.
En lo que hace a los usos y costumbres de los argentinos con sus celulares, el trabajo presentado por Google revela que los argentinos con smartphone dedican más tiempo a mirar la pantalla de sus teléfonos (27%) que a la de la televisión (25%), la computadora (23%), a escuchar la radio (17%) o a leer los diarios (8%), según la presentación.
“Hay estudios que señalan que una persona chequea su teléfono inteligente entre 220 y 250 veces por día, muchas de esas veces para buscar noticias, y Argentina es uno de los países de América Latina donde más se consumen noticias a través de estos dispositivos”, explican los hacedores del estudio.
Sobre esto, la investigación destaca que actualmente el 40% de las búsquedas comienza en los smartphones, y señala cuatro “micro-momentos” donde “cobran protagonismo todos aquellos instantes en los que los usuarios de Internet se conectan espontáneamente para buscar una respuesta, aprender algo nuevo o tomar una decisión”: “quiero ir”, “quiero comprar”, “quiero hacer” y “quiero saber”, según se desprende del tipo de búsquedas.
Si bien para los adolescentes actuales el celular ya representa casi una extensión de su cuerpo, la especialista en cultura juvenil Roxana Morduchowicz sugiere no estigmatizar ni encasillar a los chicos. “En las casas, tres de cada 10 padres no compran ningún medio gráfico. Ése también es un motivo por el cual los chicos se abocan a las pantallas. Si en las casas hay más pantallas que diarios, es lógico. Los mismos padres utilizan las pantallas para su tiempo de ocio y el de sus hijos y suelen pasar los dispositivos viejos a sus habitaciones cuando compran nuevos. Hay responsabilidad por parte de los padres”, apunta.
Así las cosas, los avances en el campo de la miniaturización permitieron que en la actualidad casi todos puedan llevar una computadora personal en el bolsillo conectada en todo momento a las redes de la web. En los últimos cuatro años se triplicó la cantidad de argentinos que portan un teléfono inteligente. Esta expansión incluye todos los niveles demográficos.
En 2012, un 24% de los consumidores locales tenía un smartphone. Cuatro años más tarde, esta cifra llegó al 67%. El estudio Google Consumer Barometer, hecho en colaboración con Kantar TNS, surge a partir de encuestas a más de 625 mil usuarios en 40 países durante cinco años.
“En los últimos años, el smartphone se convirtió en uno de los dispositivos primarios de la vida de las personas. En Argentina, el 67% de quienes acceden a Internet lo hacen desde dispositivos móviles y el 63% navega a diario. Al mismo tiempo, la gente está utilizando más dispositivos que nunca. En 2012, le preguntamos a los argentinos si utilizaba teléfonos inteligentes, tabletas y computadoras. En aquel momento, el 43% usaba alguno de estos dispositivos, el 18% señaló que utilizaba dos, y ninguno había afirmado que utilizaba los tres. Cuatro años más tarde, 7% de las personas utiliza los tres”, indicaron los responsables del estudio.