En el juicio por la tragedia de Once Randazzo se despegó de De Vido
Además el ex ministro de Transporte kirchnerista advirtió que durante medio siglo hubo «un deterioro importante» en el sistema ferroviario.
Randazzo se hizo cargo del sistema ferroviario luego del choque que causó 52 muertos en la estación de trenes de Once.
El ex ministro de Transporte del kirchnerismo Florencio Randazzo afirmó hoy que tuvo «poca relación pero buena» con el detenido Julio De Vido durante su gestión y advirtió que durante medio siglo hubo «un deterioro importante» en el sistema ferroviario.
«Yo no puedo decir que fallaron los controles en la gestión anterior», sostuvo Randazzo pero justificó el fin del contrato de concesión del Sarmiento resuelto por él.
El ex ministro aludió a la inexistencia de «inversión fuerte» pero dijo que eso había ocurrido en los «últimos 50 años».
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Randazzo declaró como testigo durante más de dos horas y media ante el Tribunal Oral Federal 4 que juzga al ex ministro del Planificación Julio De Vido por la tragedia del tren de Once, del 22 de febrero de 2012.
«Tuve poca relación durante los ochos años que compartimos gabinete, pero de mi parte fue buena», respondió Randazzo a lo largo de su declaración.
En su declaración, además criticó a las empresas concesionarias. «Recuerdo la bronca mía, el Estado pone la plata y la empresa pide mayores costos. A mí me dio mucha bronca», indicó.
Randazzo fue quien se hizo cargo del sistema ferroviario en el kirchnerismo luego del choque que causó 52 muertos en la estación de trenes de Once.
Por ello fue citado como testigo en el juicio a De Vido y al ex funcionario Gustavo Simeonoff, que se reanudó luego de la feria judicial de enero.
De Vido no asistió a la audiencia y permaneció en la cárcel de Marcos Paz, donde está preso por otras dos causas de corrupción: las relacionadas con el Yacimiento Carbonífero Río Turbio y la compra de buques con gas licuado.
Randazzo aludió a un «deterioro importante» del sistema ferroviario cuando asumió el cargo con «serias deficiencias en la infraestructura y el material rodante del Sarmiento», pero aclaró que era algo que databa de 50 años atrás.
«No había ninguna posibilidad que no fuera la de rescindir el contrato. Tomé la decisión que correspondía y con la estructural legal vigente en ese momento», dijo al referirse al ex ferrocarril Sarmiento.
Además aludió a la resistencia gremial que enfrentó para algunas reformas, como la colocación de cámaras en la cabina del motorman en cada tren y destacó que pese a ello se concretó al igual que el cambio en la forma en que se hacía el control psicofísico a los maquinistas.