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La solidaridad llegó a tiempo en un momento extremo

Sumando Voluntades albergó a una pareja con una beba en situación de calle. “Busco trabajar, no salir a robar”, dijo el jefe de familia que mantuvo la calma y encontró solución

Francisco Saucedo, de 19 años, y su pareja Celeste, de 23, estuvieron con la angustia de un día entero en Plaza Rocha, lugar donde llegaron con unos bolsos y su preciada beba Franchesca.

Pasó ese viernes. La noche se les apersonaba y les hacía mil preguntas sin respuestas. Por la juventud y sus caras de preocupación una señora les acercó una palabra y dos soluciones. “Nos dio dinero, con el que alquilamos habitación por una noche y además se acordó de Nancy Maldonado, dijo que  vayamos a verla, que es la que dirige la Fundación Sumando Voluntades” Francisco le contó a Hoy lo vivido.

“Está duro. No hay trabajo en la calle. Pero no me esperaba que en la obra donde trabajaba y donde teníamos para 6 meses más, se haya parado de golpe. Ahí ganaba 2000 pesos por semana, iba guardando 1000 y así llegaba a los 3000 que nos salía la pensión que alquilábamos en Los Hornos”.

Su compañera, con la que convive hace dos años, afirmó: “no teníamos como pagar algo aunque sea chiquito”, aunque felizmente encontraron una mano muy pronto: “nos llevamos bien y mantuvimos la tranquildad, tenerse paciencia”, contó la mujer a la que la vida le cambió el 10 de septiembre de 2017, cuando nació su hija.

Según relató Francisco, el abandono que fue insuperable golpeó su corazón antes de cumplir los 10 años. Y arrancó la lucha, de albañil, en lavaderos de automóviles.

“Me da bronca estar en una situación así, pero por lo menos estamos intentando. Tiré curriculum. Sé cocinar. Ojalá que me den una mano, porque quiero seguir adelante. ¿Amigos? No existen, están cuando tenés algo”.

Atención. La Fundación necesita donaciones de alimentos, que se reciben de 9 a 21. Teléfono 538-9296 (Nancy Maldonado).

 

Dos hogares

La convicción de que ayudar al que nada tiene es posible, encuentra dos sedes en la actualidad, dentro del caso urbano. Sumando Voluntades alberga a unas 23 personas en la calle 6 nº 266 entre 37 y 38, y a 12 almas en el domicilio de calle 37 nº 573 entre 6 y 7.

Además, tienen a setenta personas a las que asisten en la calle, donde van rotando las manos para ayudar de sus 65 voluntarios. No reciben ninguna ayuda del Estado.