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Descubren la señal de oxígeno más lejana del Universo

El hallazgo determina que las primeras estrellas se formaron en una etapa inesperadamente temprana tras el Big Bang

Un equipo internacional de astrónomos ha detectado la señal de oxígeno más distante jamás descubierta en el Universo, en una galaxia ubicada a 13.280 millones de años luz de la Tierra. El hallazgo puede cambiar lo que sabemos sobre los comienzos del Cosmos, ya que implica que las primeras estrellas comenzaron a aparecer en una etapa inesperadamente temprana: 250 millones de años después del Big Bang.

“La detección de oxígeno más distante hasta el presente es un hecho muy importante. El oxígeno es un elemento muy común en el Universo. El gran logro es que la sociedad hoy tenga los medios cómo para detectarlo y al estar tan lejos significa que hubo oxígeno desde muy temprano en el Universo”, explicó, en diálogo con diario Hoy, Jorge Coghlan, divulgador astronómico y miembro directivo del Centro Observadores del Espacio (CODE).

En este marco, el especialista detalló que “al detectar el oxígeno a una enorme distancia, teniendo en cuenta la expansión del Universo, significa que esas estrellas y cuerpos celestes son los primitivos. Estudiar de tan lejos la presencia de este componente hace cambiar un poco la idea que se tenía con respecto a la existencia de este elemento en la infancia del Universo”.

Los investigadores utilizaron el telescopio ALMA, ubicado en el desierto de Atacama, Chile, para observar una galaxia. En ella, detectaron un resplandor muy débil pero bien definido, emitido por el oxígeno ionizado.

A medida que esta luz infrarroja viaja por el espacio, la expansión del Universo la desplaza y, para cuando fue observada por ALMA, la longitud de la onda era más de diez veces más larga que cuando se originó. El equipo midió el cambio en la longitud de onda de la luz y descubrió que la señal había viajado 13.280 millones de años luz para alcanzarnos, convirtiendo ese oxígeno en el más distante o más antiguo detectado por un telescopio.

El hallazgo tiene implicaciones sobre cómo entendemos la infancia del Cosmos. Durante un cierto período después del Big Bang, no había oxígeno en el Universo. Este elemento fue creado por los procesos de fusión de las primeras estrellas y luego liberado al morir estas. Su detección en esta galaxia indica que una generación anterior de estrellas ya se había formado y expulsado oxígeno apenas unos 500 millones de años después del comienzo del Universo.