Guillermo Tamarit: “Siempre es bienvenida una universidad”
El rector de la Unnoba se refirió a las declaraciones de la Gobernadora, y si bien afirmó que “no quiso decir” lo que se interpretó, se mostró a favor de la apertura de nuevas instituciones “para seguir desarrollando la educación superior” en la Argentina.
¿Coincide en que los pobres no llegan a la Universidad, como dijo Vidal?
-Hay un proceso en el cual esto se está revirtiendo, cada vez más, y por la propia localización de las universidades, gente que en otra circunstancia no hubiera podido llegar a la Universidad, va llegando, de la misma manera que es absolutamente insuficiente, por lo que hay que tener acciones mucho más concretas para elevar el número de universitarios, porque los deciles más bajos son los que menos participan de la educación superior, no solo en la Argentina, en toda América Latina es así. Pero también vamos viendo un proceso en el cual por ejemplo en todo el período democrático pasamos de 500 mil estudiantes en 1983, a 2 millones en la actualidad, que es un número importante para la cantidad de población del país.
De todos modos creo que la Gobernadora no quiso decir lo que estamos interpretando, ella también tiene políticas como el boleto estudiantil o el sistema de becas que apuntan a mejorar las chances para que los chicos que tienen problemas socioeconómicos puedan llegar a la Universidad.
-Otro debate que abrieron las declaraciones de Vidal es en torno a la cantidad de universidades nuevas en la Provincia.
-Esto estuvo en discusión, porque además hay universidades que están a seis kilómetros una de otra, y también, en muchos casos, hubo un alineamiento político para la apertura de esas universidades. Ahora lo que nosotros rescatamos dentro de este sistema es que esto ya es una realidad, y aún el gobierno de Cambiemos, en aquellos proyectos que incluso estaban en proceso de desarrollo, los continuó, por lo tanto para nosotros es un tema cerrado; y siempre es bienvenida una universidad. Por supuesto, nos gustaría que esto sea planificado, que las ofertas y los desarrollos territoriales formaran parte de un plan general y no de, muchas veces, atender políticas partidarias. Pero es un debate que clausuró este mismo gobierno cuando le dio continuidad a todas estas instituciones, que fueron creadas por ley. Efectivamente esto sucedió, y efectivamente también tenemos que avanzar sobre esta realidad y para nosotros siempre es bienvenida una nueva institución para seguir desarrollando la educación superior.
-¿Cree que la Argentina necesita un mayor número de universitarios, teniendo en cuenta que en los países desarrollados la tasa es más elevada?
-Claro, pero además tenemos un problema de base para la educación superior, y es que tenemos la mitad de los graduados en el nivel secundario, y desde allí llegan los estudiantes a la Universidad. Por supuesto que hay mucho que podemos hacer las universidades, pero tenemos que graduar una mayor cantidad de alumnos en el secundario, y por supuesto mejorar luego el tránsito hacia la Universidad, no solo en el número, en la cantidad de graduados, sino también en el tiempo que están dentro de la Universidad, porque los porcentajes de alargamiento de las carreras también son muy importantes. Recapitulando, hay varias tareas, una es mejorar la cantidad de egresados del secundario, y la otra, mejorar la graduación y acortar la duración de las carreras en la Universidad, que en muchos casos llega hasta un 20 ó 30 por ciento más que su duración teórica.
-¿Cree que existe el riesgo de que haya en el país universidades de primera y de segunda?
-En la actualidad, con el desarrollo del sistema de acreditaciones de la Coneau, no veo que en la Argentina vaya a pasar, como sí sucede en otros países, mayormente en Centroamérica. Pero sí lo que ocurre es que la gente va seleccionando y otorgando esas categorías, por eso en la medida en que existan estos criterios de evaluación y podamos dar crédito de esa evaluación a la sociedad, vamos a evitar el riesgo de tener universidades de primera y de segunda, que este es el problema que puede llegar a tener el sistema.
No lo veo hoy como un riesgo, pero hay que seguir trabajando fuertemente en la calidad para que eso no se desarrolle, que insisto, lo termina haciendo la propia sociedad cuando elije en qué instituciones estudiar.