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Argentina eliminada del Mundial

La Selección cayó por 4 a 3 ante Francia y dejó una imagen lamentable. Un equipo sin fútbol, pero sobre todo, sin actitud. Una generación de jugadores que se olvidó de sus raíces y que careció de hambre de gloria. Los históricos decepcionaron a la gente que copó Rusia y al pueblo que esperaba una alegría en cada rincón del país

La Selección Argentina perdió 4 a 3 ante Francia y se terminó el Mundial. Entre los argumentos que se puedan buscar hay uno que sobresale: ¡Faltó huevo!. La imagen que dejó el equipo durante toda la Copa del Mundo de Rusia fue de apatía, de poca actitud, de compromiso y sobre todo, de hambre de gloria. Esta generación de jugadores cerró un ciclo desnudando sus realidades.

Más allá de los errores de la AFA, la desorganización, las incoherencias del entrenador y la falta de criterio, este final describe y muestra futbolistas consagrados en sus clubes, con cuentas millonarias y mansiones lejos de nuestro país (al que paradojicamente representaron) que, una vez más, quedaron en deuda con el pueblo. Con ese chico que hoy llora porque no vio a sus ídolos dejar todo lo que tenían que dejar en 90 minutos. Es triste, pero es real.

Estos jugadores, que seguramente más de uno habrá jugado su último partido en la Selección, se olvidaron de donde salieron. Se olvidaron de todo lo que sifnifica el fútbol para este país. Se pusieron en contra del entrenador, le armaron el equipo, eligieron que hacer y que no. Priorizaron sus egos y sus intereses personales, por sobre un pueblo que esperaba una alegría entre tanta desazón que atraviesa día a día por las decisiones de un gobierno que ataca todo el tiempo a los que menos tienen. Se puede jugar bien o jugar mal, pero la actitud no podía faltar y lamentablemente faltó.

En la platea de cada estadio de Rusia, partido a partido, estuvo Diego Maradona:¡algo podrían haberse contagiado! Porque Maradona jugó y se entregó por Argentina como nadie. Lesionado, con un técnico o con otro, con amigos o enemigos, pero siempre, siempre… ¡jugó por la gente! Por ese pueblo que él conoció bien y mamó de chico. Ese pueblo humilde, carente de muchas cosas pero lleno de sueños. Todo eso lo demostraba con actitud y ganas: algo que en este Mundial, jamás apareció.

Esperemos que la Selección del futuro entienda que el fútbol tiene mucho que ver con las raíces. Esperemos que los millones no los mareen y recuerden de dónde salieron. Que miren videos y hagan honor a los Kempes, a los Maradona… que jugaban por la camiseta, la gloria pero principalmente por la gente.