Una venda en los ojos a la libertad de expresión

La fusión entre Cablevisión SA y Telecom Argentina obtuvo este viernes la aprobación final de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), que estableció que la nueva empresa se encuadra en la Ley de Telecomunicaciones

Mientras la mirada de todos los argentinos estaba puesta en el Mundial y en la ilusión de avanzar en la previa del partido ante Francia, el gobierno de Mauricio (Macri) le terminó de entregar el poder al grupo Clarín.

Antes del fin de semana, el Gobierno premió al conglomerado aprobando la fusión de Cablevisión y Telecom.

Así, no hace que más que acentuar el monopolio de las comunicaciones en el país con negocios desde la transmisión de contenidos audiovisuales y los datos hasta la telefonía móvil y fija, pero fundamentalmente con la posibilidad de penetrar en toda la sociedad para no informar y/o desinformar a la gente.

O sea, no hará más que ponerle un límite a la libertad de expresión, sin la posibilidad de igualar al favorecer una concentración monopólica.

Pero cuidado señor presidente, el que inventó la guillotina también terminó con la cabeza cortada.