Provincias unifican rechazo al nuevo rol de las Fuerzas Armadas
PIDEN QUE CADA FUERZA CUMPLA SU TRABAJO. Gobernadores, ministros de Seguridad y funcionarios de áreas de Derechos Humanos pusieron en duda la efectividad de la medida dispuesta por el Gobierno nacional
El decreto de Mauricio Macri que establece un nuevo paradigma de utilización de las Fuerzas Armadas desató una ola de críticas y rechazos provenientes de las provincias, que calificaron a la decisión como «un error» y subrayaron que «cada fuerza debe cumplir con su rol».
Una de los primeras reacciones surgió desde Santa Fe, uno de los distritos más castigados por la ola de inseguridad, flagelo que mereció la colaboración de fuerzas de seguridad federales para frenar el avance de los delitos vinculados con el narcotráfico.
«Es una discusión sumamente compleja», abrió el ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, para quien quedó claro que existe en la Argentina un «consenso mayoritario de todas las fuerzas y las instituciones democráticas sobre el rol que tienen que tener las Fuerzas Armadas». «Es un error destinar a las Fuerzas de Seguridad para que lleven adelantes tareas de seguridad interior».
Desde La Rioja, en tanto, el secretario de Derechos Humanos, Délfor Brizuela, definió la decisión como un «atentado a la institucionalidad democrática» ya que a su entender lo prohíbe la Constitución Nacional. «Es una muestra más del poco aprecio por la democracia del Presidente, que cada vez más, sin titubeos, reivindica lo peor de las FF.AA. y de los tiempos más oscuros del país», afirmó Brizuela en declaraciones a Rioja Virtual.
También el gobernador de La Pampa. Carlos Verna, cruzó fuertemente el anuncio de Macri y consideró que «la intervención de las FF.AA. en la seguridad interior es sinónimo de represión para los argentinos».
«La Ley de Defensa y la Ley de Seguridad Interior no pueden ser modificadas con un decreto», advirtió el mandatario que mantiene una férrea oposición al gobierno nacional, no sólo en materia de fondos sino en alineamientos políticos.
Otro gobernador que expresó su rechazo fue el entrerriano Gustavo Bordet. «No la veo hoy como una medida que pueda ser efectiva. Históricamente en Argentina la salvaguarda de las fronteras estuvo a cargo de Gendarmería, y de los ríos de Prefectura. Creo que habría que fortalecer y reforzar a estas instituciones, que saben combatir al narcotráfico, que lo hacen cotidianamente y que tienen un expertise en esto», expresó y subrayó: «Que cada fuerza cumpla su rol».
El gobierno formoseño de Gildo Insfrán cuestionó la reorganización de las Fuerzas Armadas y recordó que «la historia argentina ya nos ha explicado esta situación; tenemos una memoria muy triste sobre el uso de las FF.AA. como policía interna». «Los roles que cumplen las FF.AA. -agregó- y de seguridad son muy distintos: unos tienen que ver con la prevención del delito y la reeducación del autor del crimen tras ser sometido a la Justicia; el otro, en cambio, tiene a su cargo la defensa de la soberanía nacional y la de eliminar al enemigo. Tienen un concepto totalmente distinto». Ayer, en medio de un vendaval de críticas y rechazos al decreto, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, defendió el decreto y subrayó que «no va a haber ningún militar en ninguna calle de ninguna ciudad del país», a la vez que consideró que «no se puede condenar eternamente» a las instituciones castrenses.
«Es hora de sacar a las Fuerzas Armadas del rincón. Tienen una culpabilidad eterna y se las ha estigmatizado. Lo que hace el Presidente es decir así como todos entramos en la democracia, lo mismo tenemos que hacer con las FF.AA. No podemos condenarlas eternamente», sostuvo la funcionaria nacional.
Aclaró que pese a las modificaciones introducidas por el Gobierno en las tareas de las instituciones castrenses «no va a haber ningún militar en ninguna calle de ninguna ciudad del país». «Está absolutamente descartado que se utilicen para seguridad interior», manifestó en un intento de relativizar las críticas de la oposición y de organismos de Derechos Humanos.