Enterovirosis: Al menos 10 alumnos del San José fueron atendidos por esta patología
A través de una rueda de prensa realizada en la mañana de este martes, las autoridades sanitarias hablaron sobre los 10 casos de enterovirus detectados en alumnos del Instituto San José
A través de una rueda de prensa realizada en la mañana de este martes, las autoridades sanitarias hablaron sobre los 10 casos de enterovirus detectados en alumnos del Instituto San José.
Qué son los enterovirus
Se tratan de unos gérmenes víricos que suelen causar, de forma frecuente, un cuadro febril leve, autolimitado en la mayoría de ocasiones; cuando no, asintomático. Millones de personas cada año, en todo el mundo, pueden dar fe de ello.
Existen, a día de hoy, 110 tipos diferentes de enterovirus. Actúan preferentemente en las épocas de verano a otoño. Y su huésped predilecto suelen ser los pequeños de la casa.
Son, de hecho, síntomas típicos de una infección por enterovirus los siguientes:
Fiebre
Secreción nasal, acompañada o no de estornudos o tos.
Erupción en la piel
Afectación, en forma de vesículas o ampollas, en la cavidad mucosa oral.
Y, como la mayoría de los virus que nos afectan, pueden originar cierto malestar general, asociado o no a la presencia de dolores musculares.
No son infrecuentes casos de faringitis, o de molestias gastrointestinales.
El tratamiento suele ser simple y muy eficaz
Al menos, en los casos banales, explicados inicialmente, y que suelen ser la inmensa mayoría. Tan simple como un apoyo a las funciones básicas de la persona: Una conveniente hidratación, acompañada generalmente de algún antitérmico, si la temperatura corporal aumenta de forma importante. Y poco más, pues en la inmensa mayoría de los casos, una infección por enterovirus suele ser un cuadro leve, que suele recuperarse de forma completa, y rápida.
¿Podemos evitar el contagio?
Como su nombre indica (“entero” significa “intestino” en griego), su hábitat habitual es el tubo digestivo. Por lo que es fácil entender que las medidas preventivas de contagio van a pasar por una buena higiene de las manos tras ir al baño (con agua y jabón; o soluciones alcohólicas adecuadas) o cambiar un pañal. Si pensamos que una persona puede padecer este tipo de infección, conviene evitar contacto con otras personas convivientes en el mismo domicilio. Y en el caso de los niños, no llevarlos a la escuela mientras presenten fiebre.
Hemos de tener en cuenta que estos virus, en un 90% de los casos, se encuentran en la faringe durante la primera semana después del inicio del cuadro clínico; y que pueden persistir en las heces del paciente hasta 2 semanas después del mismo. Por tanto, ante algún pequeño que sepamos seguro que ha pasado el cuadro vírico, deberíamos asegurarnos que no transmite la infección por esa vía (fecal-oral), utilizando una buena higiene de manos.
Pero también hemos visto que podemos encontrar al virus en la faringe, o en las secreciones nasales, por ejemplo. Para evitar el contagio en estos casos, taparnos la boca al toser o estornudar nunca estará de más.
¿Cómo saber si mi hijo está infectado por enterovirus? ¿Qué síntomas deben alertarme?
Hemos de sospecharlo si nuestro pequeño, durante un cuadro febril elevado, presenta temblores, sacudidas de miembros, debilidad muscular generalizada (parálisis flácida), dificultad al tragar, o somnolencia muy marcada. Si además el chiquitín presenta una erupción en la piel, acompañada, o no, de vesículas en la mucosa oral, no debemos demorarnos en la visita a nuestro pediatra de confianza.