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Con hidroponia, las hortalizas prosperan en climas fríos

En la Patagonia argentina, el cultivo de plantas sin uso del suelo se realiza en invernaderos y permite asegurar el consumo de verduras de hoja durante todo el año. El INTA y la empresa familiar Hidroponia Andina organizan el segundo curso internacional sobre la temática

Conocida como la tecnología que permite el cultivo de plantas sin el uso del suelo, la hidroponía asegura una alta producción por metro cuadrado, con gran eficiencia en el uso de los recursos, en especial del agua. Estas características la posicionan como una buena oportunidad para el desarrollo de huertas urbanas y periurbanas, sobre todo en regiones áridas o semiáridas. Por esto, técnicos del INTA evalúan su adopción en la Patagonia argentina para garantizar la producción de hortalizas frescas durante todo el año.
“Por las características de nuestro clima –bajas temperaturas y vientos intensos–, la producción de verduras frescas al aire libre se ve limitada a los meses más templados –de septiembre a marzo–, por lo que no podemos acceder a verduras frescas durante una parte importante del año”, afirmó Jorge Birgi, especialista en producción hidropónica del INTA Santa Cruz.
“La huerta hidropónica en invernadero representa una muy buena alternativa de producción para los agricultores familiares de la región, ya que no sólo atenúa los efectos del clima, sino que minimiza factores de riesgo y facilita las labores necesarias para producir”, apuntó Birgi.
De acuerdo con Birgi, las particularidades de los agricultores de la zona los impulsaron a evaluar distintas especies hortícolas con técnicas hidropónicas en NFT (Nutrient Film Technique) bajo cubierta para desarrollar un paquete tecnológico adaptado a las necesidades locales.
Si bien se requiere una inversión inicial, Birgi afirmó que “el costo operativo es bajo”. En este sentido, economistas de la Estación Experimental Agropecuaria Santa Cruz del INTA analizaron el ciclo productivo de acelga, albahaca y dos variedades de lechuga, y evaluaron la infraestructura, los equipos, la puesta en marcha y el acondicionamiento del sistema. “Con un buen manejo, el resultado operativo de la actividad se mantiene siempre positivo”, destacó el técnico del INTA.
“Una de las principales ventajas de las producciones hidropónicas periurbanas es que se hacen muy cerca de donde se consume el producto final”, indicó Birgi y destacó: “Esto no sólo reduce las distancias del transporte y los costos, sino que, además, permite sostener la producción de verduras frescas durante todo el año aún bajo condiciones climáticas adversas”.
Parte de la propuesta tecnológica desarrollada por el INTA Santa Cruz, incluye la construcción de invernaderos con perfiles galvanizados y recubrimiento de policarbonato alveolar. Además, recomienda un sistema automático de bombeo y conducción de soluciones nutritivas, uno de calefacción por aire caliente y otro de iluminación para garantizar el óptimo crecimiento de las plantas.