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Gonzalo Montiel, el campeón que miraba a River por TV

Marcelo Gallardo metió el gol que abrió el camino para que River se consagrara campeón del Torneo Apertura tras empatar 1-1 con Atlético de Rafaela (gracias, también, a la derrota de Boca ante San Lorenzo). En Virrey del Pino, el pequeño Gonzalo, de 7 años, se abraza a su papá, Juan, y juntos celebran el título número 32 del Millonario. Gonzalo nunca fue a la cancha, un poco por la enorme distancia que separa el barrio de La Matanza con Núñez, y otro poco (o mucho) por el dinero que implicaría eso para Juan, cuyo sueldo de albañil no le permite darse ciertos lujos .

Pasaron 14 años de aquel título de La Banda. La vida de los Montiel cambió por completo: el único hijo varón de Juan y Marisa llegó a la Primera de River y es el lateral titular del equipo Marcelo Gallardo.

«De chico nunca pude ir a ver a River a la cancha porque no estábamos bien económicamente. Mi viejo es fanático, pero nunca pude ir a una cancha», le contaba a Goal en octubre de 2018 un Gonzalo Ariel Montiel que todavía no había sido burlado por Darío Benedetto en el Santiago Bernabéu y tampoco, claro, había levantado la Copa Libertadores en ese mismo estadio.

-¿Es cierto que tu abuelo quiso ponerte Ariel Ortega de nombre?

-Sí, me quería poner el nombre completo del Burrito y mi vieja le dijo que estaba loco. Me quería poner Gonzalo Ariel Ortega Montiel pero no lo dejaron así que quedó Gonzalo Ariel Montiel.

-Te probaste en Boca, pero con ese nombre no ibas a poder jugar ahí…

-Me probé en Boca y antes en Huracán. Estuve en Huracán medio año, es más, jugué contra River. Después pasé a Boca y estuve medio año pero sin jugar. Armaban dos equipos y a mí y a otros jugadores nos dejaban aparte. Iba a entrenar y me dejaban de lado y mi familia no estaba bien económicamente para pagarme los viajes y, sin jugar, yo no sabía si tenía un futuro ahí.

El rechazo en el Xeneize no frustró a «Cachete» ni a sus papás, que continuaron en la búsqueda de un club para su hijo, a quien le vieron condiciones en el Millonario con tan sólo 10 años. «Comencé jugando de 5, hice Inferiores en esa posición hasta que el Tano Nanía me dijo de jugar de central pero le dije que no, que estaba bien de 5 y él me dijo que de central iba a tener más visión. Terminé jugando como zaguero hasta la Reserva y pasé a jugar de 5 y de 8 también, ja», contó.

-Y al final terminás de lateral…

-Jugué el Sub 20 de lateral y acá (en la Primera de River) debuté en línea de tres como stopper. Con el tiempo Marcelo me fue probando de lateral y fui aprendiendo de Moreira y Mayada para aportar mi granito de arena. Estoy creciendo, me gusta esa posición y ahora me siento mucho más cómodo de lateral.

-A Gallardo no le dijiste que no.

-No, cuando era chico no pensaba, hoy en día toque donde me toque jugar obviamente que voy a decir que sí porque es River y si te toca de cinco, de dos o de tres, con tal de ayudar al equipo juego en cualquier posición. Es más, cuando se jugó el Superclásico de verano se lesionó Olivera que estaba de tres y estábamos en el banco con el Chino Martínez Quarta y yo y nos hicieron hacer la entrada en calor. Estaba entre nosotros dos y Marcelo me dijo si estaba para jugar de tres y ni la dudé. Si me toca de tres, de cinco o de ocho, con tal de jugar en River, juego en cualquier posición.

-Por algo el Muñeco te llamó su «jugador bombero».

-Que el técnico diga eso me llena de orgullo por lo que es Gallardo, por lo que significa para mí. Es un técico al que le estoy agradecido, primero por hacerme debutar, y después por hacerme crecer día a día, primero como persona y después como jugador.

-¿Qué aprendiste en este tiempo como lateral?

-Primero, la idea de Marcelo de los laterales es que lleguen al ataque, que sean una opción más de juego. La velocidad: de lateral se corre un poco más que de central. Tengo que seguir aprendiendo, estoy acá para eso.

-¿Qué es lo que más te costó de esta posición?

-La visión fue lo que más trabajé, lo que más me costó. De central veía toda la cancha y de lateral sólo tenés un foco, tu lateral derecho, y eso fue lo que más trabajé. No es fácil ser lateral por el ida y vuelta pero primero está defender y después atacar.

-Tu caso es parecido al de Mercado cuando estuvo en River.

-Sí. Compartí muy poquito con él estando en Primera, pero lo veía cuando estaba acá. Es un gran jugador que de central pasó a lateral y en el tiempo que tuve cerca de él pude mirarlo y aprender.

Cuando habla de su vida, Montiel hace la diferenciación entre el futbolista y la «persona». El futbolista, dice, mira los partidos de los rivales y analiza jugadas, mientras que el otro intenta distraerse y no hablar tanto de fútbol. «En casa de fútbol no hablamos. Cuando voy de mis viejos hablamos de otra cosa, cero fútbol», cuenta pero también reconoce que sus viejos son muy futboleros: «Mi mamá era arquera de Laferrere pero no pudo seguir porque sus padres no estaban bien económicamente y porque jugaba con los varones, y en esa época no era tan común». Los amigos del barrio también son fanáticos del deporte más popular de Argentina, pero respetan los códigos que hay en el grupo: «A veces se les escapa, pero cambiamos de tema. Algunos hinchas de Boca me quieren apostar y yo me río. Después, cambiamos de tema».

-¿Te pasó alguna vez de no poder creer a dónde estabas?

-En River no te podés relajar, por cómo se juega y por la intensidad, pero en la entrada en calor en el Monumental siempre miro al público. Es más, a veces me pongo a cantar con la gente la canción que estén cantando en el momento, aunque intento que no me vean. Y eso lo disfruto. Obviamente que cuando termina el partido y con una victoria la verdad es que mirás a la tribuna y es un orgullo estar jugando para River y con la gente que tiene.

-¿Y durante el partido podés disfrutar?

-Tratás de estar concentrado los 90 minutos y, cuando se puede disfrutar -siempre estando concentrado-, lo hacés.

-De afuera pareciera que River no sufre los partidos.

-Hoy en día el equipo está muy bien mentalmente. También en lo físico sabemos que estamos muy bien y se puede hacer el esfuerzo continuamente. El equipo está muy bien y algunos jugadores resaltan en lo individual por lo que es el equipo. Cuando Independiente nos empató (en el partido de vuelta de cuartos de final de la Copa Libertadores) teníamos el pensamiento de que lo íbamos a ganar, sabíamos que estábamos muy bien y sabíamos que revertíamos el resultado. Y gracias a Dios se pudo dar.

Además de destacar a sus compañeros, Montiel señala siempre la importancia de Gallardo para River y para su carrera personal y, reconoce, el premio para el Muñeco sería la Selección argentina. «Por todo lo que hizo acá en River se lo merece, pero después es su decisión si quiere ir o no. Está ganando muchas cosas en River hoy en día y lo va a seguir haciendo si él quiere», dice.

-¿Qué podría aportarle a la Selección?

-Podría aportarle mucho, pero lo primero es la mente ganadora, porque eso hace que el jugador pueda competir cualquier cosa.

-¿Y a Messi?

-Messi ganó muchas cosas, pero también lo puede hacer crecer. Gallardo puede aportarle mucho a cualquier jugador.

-Se dijo que Scaloni te estaba viendo, ¿esperabas tener tu chance en esta convocatoria?

-Uno tiene primero que rendir acá y después, si llega a estar en la Selección, bienvenido sea. Ojalá más adelante o cuando Scaloni diga pueda tener la oportunidad.

-¿Jugar en Europa también es un objetivo?

-Sí, la verdad es que después de ese sueño de jugar en Primera en River está el otro deseo de jugar en Europa. Uno mira la Champions o la Europa League y quiere estar ahí. Es el sueño del jugador de jugar esas ligas, la española, la alemana. Pero hoy disfruto de estar acá, disfruto del día a día. No pienso en lo que va a pasar, sino de disfrutar de mis compañeros, de los domingos que jugamos y ayudar al equipo.