Muere un jinete de veinticinco años al aplastarle el pecho un toro de casi 800 kilos
El rodeo es un deporte de riesgo. Si bien las muertes no son muy frecuentes, las lesiones son muy habituales, sobre todo cuando el jinete es pisoteado.
Un estudio llevado a cabo por el epidemiólogo deportivo de la Universidad de Calgary Dale Butterwick revela que casi 20 de cada 100.000 jinetes de rodeo pueden sufrir una lesión grave a la largo de su trayectoria deportiva. El experto asegura que no ha visto datos semejantes en ningún deporte. Para hacernos una idea de la magnitud del peligro, la tasa registrada en el fútbol es inferior a uno de cada 100 000 jugadores.
Según los números de Butterwick, de 1989 a 2013 se produjeron 21 muertes y 49 lesiones graves en circuitos de rodeo. La modalidad de monta de toro es la más peligrosa de todas. El diario New Yorker registró 28 lesiones graves sucedidas durante la competición y 16 muertes de jinetes entre 1989 y 2009.
Una de las muertes que más impactó al mundo del rodeo fue la de Lane Frost en 1989, fallecido durante los eventos del “Cheyenne Frontier Days”. Después de su muerte, se exigió que todos los jinetes llevaran chaleco. Sin embargo, se estima que, de media, siguen perdiendo la vida anualmente uno o dos jinetes.
Mason Lowe murió el pasado martes en el National Western Show en Denver por los golpes que le asestó un enorme toro de casi 800 kilogramos (1.700 libras). El chaleco protector que llevaba puesto no fue suficiente para salvarle ya que todo el peso de las patas traseras del toro que estaba montando cayeron sobre su pecho, aplastándolo.
Todo sucedió muy rápido. Lowe, de 25 años, logró mantenerse encima del inquieto animal unos segundos. Después, se cayó al suelo y la bestia lo acorraló y pisoteó.
Según un testigo, logró ponerse en pie agarrándose el pecho, pero enseguida se tambaleó y volvió a caer. Lo sacaron del recinto vallado en camilla y a lo largo de esa noche falleció por las lesiones internas en el hospital.
Anualmente se estima que fallecen en el circuito profesional de rodeo uno o dos jinetes
Algo similar le sucedió el año pasado al brasileño Giliard Antonio en la competición Maringa Agricultural and Commercial Trade Fair. El toro le aplastó el pecho y, aunque pudo levantarse después de los golpes, enseguida se desvaneció. Su muerte fue casi instantánea debido a un fuerte traumatismo en el pecho que le provocó lesiones en el corazón y en el pulmón.