¿Todavía no caminas después de comer? Estos 8 beneficios te convencerán
Muchos estudios han demostrado los múltiples beneficios que tiene caminar. Sin embargo, el cuándo caminas también es importante, y hacerlo justo después de comer tendría todavía más ventajas. Hemos recopilado ocho de ellas, que podrían bastarte para hacerlo todos los días
Mejoraría tu digestión. Un equipo de científicos alemanes concluyó que caminar después de comer activaría el cuerpo y los órganos, ayudando a la motilidad intestinal, tras un estudio en 2008. Esto, aseguraron, equivaldría a recibir un masaje de parte de un fisioterapeuta.
Ayudaría a perder peso. En la clínica Yasuyo Hijikata de Osaka, Japón, se concluyó que caminar media hora después de comer contribuiría a perder hasta tres kilogramos de peso (6.6 libras). Además, en 2011 un estudio encontró que esta caminata debe hacerse a paso ligero y de forma inmediata al terminar de ingerir alimentos.
Te daría una mayor sensación de saciedad. Al mejorar la digestión, se reduce el tiempo en que la comida se mueve del estómago a los intestinos, lo que generaría mayor saciedad y reduciría el riesgo de pader reflujo y acidez de acuerdo con un estudio de 2008.
Caminar después de comer ayudaría a reducir la grasa abdominal. Foto: TomFoldes / Getty Images.
Reduciría la grasa abdominal. Esta acumulación de grasa, como recoge el portal WebMD, aumentaría el riesgo de padecer problemas cardiacos. Al mejorar la digestión y movilizar los órganos, caminar después de comer también ayudaría a reducir la grasa abdominal, de acuerdo con el doctor Simran Saini, nutriólogo, para el portal Food.
Mejoraría la circulación. Bastaría caminar 15 minutos después de comer para que toda la circulación del cuerpo mejore. Esto ayudaría a oxigenar el cuerpo y a distribuir y absorber mejor los nutrientes, de acuerdo con Saini.
Reduciría los niveles de azúcar en la sangre. Bastaría caminar al menos 15 minutos después de comer para reducir los niveles de azúcar en la sangre, de acuerdo con un estudio realizado por la Universidad George Washington, EEUU, en 2013. Sin embargo, debe ser a paso ligero, a una velocidad promedio de 4.8 km por hora (2.8 millas).
Aliviaría el reflujo y la acidez. Un estudio de 2008 analizó el PH del esófago en varios momentos después de comer, y encontró que caminar ayudaría a reducir los síntomas de reflujo y acidez, al menos durante la primera hora.
Mejoraría tu calidad de vida. Un estudio de 2015, publicado en la revista Scandinavian Journal of Medicine and Science in Sports, encontró que tras 10 semanas de caminar 30 minutos a diario después de comer, las personas reportaron sentirse más relajadas, menos estresadas y más entusiasmadas por la vida. Los responsables agregaron que los beneficios de esta actividad serían comparables con el entrenamiento aeróbico.