Envuelto en un escándalo, se complica cada vez más la situación del hijo mayor de Bolsonaro
La situación de Flavio Bolsonaro , el hijo mayor del presidente brasileño, se complica cada día más. Luego de la revelación de que recibió sospechosos depósitos en dinero en efectivo cuando era diputado estatal en Río de Janeiro, hoy se descubrió que el ahora senador electo mantuvo entonces también como empleados a la madre y a la esposa de un miliciano prófugo, buscado por sus presuntos vínculo con la muerte de la concejal carioca Marielle Franco.
Por orden del Ministerio Público de Río de Janeiro, la policía realizó hoy una serie de allanamientos con órdenes de captura de varios líderes de milicias sospechadas de estar detrás de varios homicidios. Uno de los buscados era el excapitán de la policía militar Adriano Magalhães da Nóbrega, hombre fuerte del grupo «Oficina del Crimen», que los investigadores creen estuvo detrás del asesinato Franco, el 14 de marzo del año pasado, cuando regresaba en auto a su hogar después de un evento público.
Aunque Magalhães da Nóbrega no fue hallado, se descubrió que su madre, Raimunda Veras Magalhães, y su mujer, Danielle Mendonça da Costa da Nóbrega, ocuparon en los últimos años, y hasta noviembre último, cargos en el gabinete de Flavio Bolsonaro, 37, en la Asamblea Legislativa del estado de Río de Janeiro. Ambas habían sido contratadas por el exasesor Fabricio Queiroz, otro expolicía amigo de los Bolsonaro que ya había traído fuertes dolores de cabeza a Flavio Bolsonaro: el mes pasado se reveló que en 2017 el exasesor había movido unos 1,2 millones de reales en sus cuentas cuando ni su salario ni su patrimonio se correspondían con esa cantidad de dinero; una de las transacciones fue a Michelle Bolsonaro, actual primera dama. Aunque fue llamado a declarar por la Justicia, Queiroz adujo razones médicas para evitar presentarse hasta ahora; en tanto, el presidente explicó que el dinero pagado a su esposa había sido como parte de la devolución de un préstamo.
El último fin de semana, el Jornal Nacional, de la cadena Globo, informó que el Consejo de Control de Actividades Financieras había descubierto que Flavio Bolsonaro también había recibido numerosos depósitos sospechosos en efectivo. El senador electo se limitó a decir que esos pagos eran parte de la venta de un departamento y se quejó de la «campaña difamatoria» en su contra para desgastar a su padre.
Hoy, en un comunicado en respuesta a los nuevos descubrimientos, insistió con esa estrategia. «Las empleadas (.) fueron contratadas por indicación de Fabricio Queiroz, que era quien supervisaba su trabajo. No puedo ser responsabilizado por actos que desconozco», señaló y afirmó: «Continúa siendo víctima de una campaña difamatoria para golpear al gobierno de Jair Bolsonaro».
Sin embargo, Bolsonaro hijo no solamente empleó a los familiares de Magalhães da Nóbrega, sino que además, en dos ocasiones, en 2003 y en 2005, encabezó homenajes para el exintegrantes del temido Batallón de Operaciones Policiales Especiales (Bope), quien llegó a ser detenido en 2011 en un operativo contra mafias del juego ilegal («jogo do bicho»).