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Escuchar el silencio, por Paola López

Son pocas las ocasiones en las cuales podemos experimentar un espacio libre de ruido. Crea pequeños espacios de silencio. Practica la escucha total. Establece una dieta digital

Vivimos rodeados de ondas sonoras cuyos decibeles, actualmente más potentes que nunca en la historia de la humanidad están causando estragos en la salud. Y es que nuestra psique no estaba acostumbrada a semejante estrés sonoro, sino a la paz que proporciona un cerebro en silencio.

Tanto el ruido como el silencio trastocan el cerebro, pero el primero se ha impuesto al segundo, así que prácticamente hemos olvidado lo que es un cerebro en silencio, pues son pocas las ocasiones en las cuales podemos experimentar un espacio libre de ruido y entablar un contacto con el silencio, no por nada, hoy en día, el silencio se vende ya como un producto.

El silencio no sólo proporciona cambios a nivel espiritual, como podríamos imaginarnos a partir de las prácticas de meditación, sino que estar en silencio implica impactos neuronales en el cerebro que se irradian sobre todo el organismo y modifican el funcionamiento entero del cuerpo.

El silencio nos conduce a otros planos de la realidad, libres de irrupciones abruptas, y donde mente y espíritu pueden canalizarse hacia nuevos hallazgos del mundo. Para disfrutar y bajar revoluciones no es necesario hacer un retiro de una semana ni formar parte de una comunidad.

En nuestra vida diaria tenemos muchas oportunidades de convocar el “noble silencio”. Veamos algunas de ellas:

* Crea pequeños espacios de silencio

Para no agotar nuestra atención, que se fatiga al saltar de estímulo en estímulo, es importante encontrar espacios de serenidad, aunque sean breves.

El primero puede ser a la hora del desayuno, del que podemos disfrutar sin sumergirnos aún en el ruido del mundo. En lugar de conectarnos a los dispositivos, aprovecha para planear el día con calma. A lo largo de la jornada, puedes introducir breves pausas -aunque sean de cinco minutos-  para entrecerrar los ojos y conectar con tu silencio interior.

* Practica la escucha total

Acallar las palabras y la mente es especialmente valioso cuando alguien está hablando.

No elaborar mentalmente juicios Un buen ejercicio para practicar el silencio es estar presente al cien por cien en lo que dice el otro, sin introducir ninguna clase de idea, valoración o reacción.

* Establece una dieta digital

Fija un horario, como mínimo, dos horas antes de acostarte en el que todos los aparatos conectados a las redes deben quedar silenciados hasta el día siguiente.

Eso te permitirá cenar y relajarte, así como leer o charlar con tu familia, si vives con ella, o reflexionar sobre lo que ha dado de sí el día.

Este espacio “analógico” puede servir para lavar los platos en silencio o hacer cualquier tarea sencilla que te relaje, sin tener que atender a las demandas del mundo exterior.

 

Paola López Oyarzábal

CONTACTO: 2475425336 – Rojas B.A

Psicóloga transpersonal Mn1846 – Parapsicóloga Mn1118 – Consejera Espiritual – Astróloga-Numeróloga – Prof.Yoga – Maestra Reiki – Reiki prenatal/niños- Sanaciones energéticas – Códigos cuánticos- Terapeuta Floral – Aromaterapeuta – Terapeuta Angelical – Radiestesia – Desbloqueo áurico – Maestra Registros Akashicos – Limpiezas energéticas – Psico Tarot – Sabiduría Chamánica – Ritualista.