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Los engaños de Cambiemos

Durante el fin de semana se hizo viral la reiterada actuación de Patricia Erazo en los spots de campaña del Gobierno. Fue una muestra más del modus operandi de los mensajes armados para convencer a partir de la falsedad

En sus casi cuatro años de gestión, el gobierno de Cambiemos hizo campaña con una larga lista de filmaciones y fotografías supuestamente espontáneas de funcionarios que después se descubrió que eran montajes. A la puesta en escena de la amiga pobre de María Eugenia Vidal que quedó al descubierto este fin de semana al comprobar que se repite curiosamente en otros timbreos y que siempre elogia con una exaltación inusitada las políticas del oficialismo le preceden otra vasta serie con la misma gobernadora o Mauricio Macri como protagonistas, que incluye colectivos vacíos, saludos a la nada, tazas mágicas y escenografías en jardines de infantes.

En septiembre de 2017, el presidente Mauricio Macri publicó una foto con la gobernadora María Eugenia Vidal en un colectivo de la línea 520, el mismo en el que se lo había acusado un año antes por armar una escena inexistente. En ese momento, Macri simuló un viaje espontáneo en el colectivo convertido en estudio fotográfico en el marco del lanzamiento de un plan de mejoras para corredores viales bonaerenses. Tras la difusión de las imágenes, los vecinos y el conductor del transporte público dejaron en evidencia al Presidente: el colectivo estaba detenido sobre una calle de tierra. Para redoblar la apuesta, Macri y Vidal volvieron a hacer una sesión fotográfica en el mismo vehículo.

En marzo de 2018, una innumerable cantidad de memes inundaron las redes sociales por el nuevo traspié del Gobierno en la simulación de una situación que no era tal. Tras el discurso de apertura de sesiones ordinarias en el Congreso, el Presidente se acercó a la escalinata del Congreso y extendió su mano para saludar a la supuesta multitud que lo vitoreaba en la plaza. Los encargados de la comunicación macrista difundieron la imagen de Macri de frente. Sin embargo, una foto tomada desde atrás demostró luego que en realidad el lugar estaba vacío.

Los funcionarios de Cambiemos también hicieron magia. En un video de septiembre de 2018, es la gobernadora bonaerense quien realiza una llamada telefónica, supuestamente sorpresiva, a una vecina de City Bell. Mientras Vidal se mostraba compungida por la ola de asaltos en la ciudad, que denunciaba la vecina, la taza que tenía sobre su escritorio cambió súbitamente. A la taza totalmente blanca le aparecieron de pronto dos líneas en la parte superior, dejando al descubierto que el video estaba editado. Una vez más en las redes sociales lo detectaron y llovieron los memes.

En medio de la campaña electoral, la gobernadora volvió a echar mano recientemente al recurso de la impostura. Sobre el filo del comienzo de clases y en medio del conflicto docente, Vidal montó una escuela de utilería en un jardín de infantes que por entonces estaba funcionando como colonia de vacaciones. La directora del establecimiento denunció que la gobernación había usado a los chicos para hacer “videos mentirosos”. Para configurar la puesta en escena, habían vestido a los chicos para que se ajustaran al marketing PRO: les pusieron delantales blancos, zapatillas nuevas y mochilas, que luego retiraron una vez que consiguieron la toma que necesitaban. También se preocuparon por el fondo, cambiaron el mobiliario del jardín y de nuevo se llevaron todo una vez que terminaron la filmación.

El último montaje que quedó al descubierto fue el de “la pobre de Vidal”, como bautizaron en las redes a Patricia Erazo, la mujer que participó de un timbreo con la gobernadora bonaerense y que luego se reveló que en anteriores ocasiones había sido “sorprendida” también por al menos dos funcionarios más: la ministra de Desarrollo, Carolina Stanley, y el ex subsecretario de Juventud de Cambiemos, Peter Robledo.

Esta no es la primera vez que los timbreos que protagonizan los miembros del Gobierno generan suspicacias. En muchos otros, el Presidente se presenta en casas con el objetivo de sorprender a algunos videos, pero con tomas que sorprendentemente son hechas desde adentro del domicilio de las personas. En casos en que el armado era evidente los videos fueron reeditados. La metodología se repite y los medios afines tributan a la mentira: “El video de Vidal que se viralizó por incómodo detalle”, tituló La Nación mientras Clarín se escudó en “Polémica por un video”.