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Bioconstrucción, una tendencia que crece acompañada de múltiples beneficios

Guillermo Ligresti es bioconstructor y a la vez instructor en estas técnicas. Dicta cursos y seminarios con prácticas para quienes deseen hacerse una casa de barro, ecológica, saludable

Construir una casa con barro, tierra, adobe permite utilizar técnicas antiguas además de ser un sistema sostenible, sano y económico, amigable con el medioambiente y con la característica y el valor de poder hacerlo uno mismo.
El adobe es un bloque para construcción hecho de una masa de barro (arcilla y arena) mezclada con paja u otras fibras, moldeada en forma de ladrillo y secada al sol; se utiliza para la construcción de paredes y muros en las edificaciones. La técnica de elaborarlos y su uso están extendidos por todo el mundo, encontrándose en muchas culturas que nunca tuvieron relación.
Guillermo Ligresti es bioconstructor y también instructor de estas técnicas. Brinda asesoramiento y seminarios para quienes deseen levantar con sus propias manos su hogar. El especialista habló en Radio Rojas, donde contó de qué se trata esta tendencia que busca crear el menor impacto posible en el ecosistema.
“La bioconstrucción es algo que está dentro de un concepto más grande que es la ‘permacultura’, pero puntualmente se trata de la construcción de casas, hogares con elementos naturales, tratando de estar en armonía con el medio que nos rodea” y agregó “tratamos de tomar lo que nos da la naturaleza, impactando lo menos posible en el entorno, que es donde nos desenvolvemos”.
Cuando se le consultó por las ventajas de utilizar este sistema para levantar una vivienda, Ligresti sostuvo “hay un montón de ventajas al construir con tierra como el adobe, el barro, la quincha, fardos y las características de estas construcciones es que con el barro la casa ‘respira’, no genera hongos la pared, no va a tener ambientes viciados y acumula calor, por lo que en el invierno con un poquito de fuego el clima no va a ser frío en su interior, por el contrario en el verano va a tener una temperatura más baja que en el exterior por lo que conservará un clima más fresco”.
Otro de los beneficios que enumeró el entrevistado tiene que ver con la economía. “Son casas más baratas, sobre todo si la hace la misma persona que la va a habitar, que además tiene la particularidad de la ‘conexión’ con lo que uno está construyendo” y agregó “los materiales son tierra, paja, maderas, arena, algo de cal y otros elementos que pueden ser reciclados, usados y en buen estado, piedra y cada uno hará su casa de acuerdo a sus gustos y necesidades, con techos verdes, baños secos, con estufas de alto rendimiento, entre muchas tecnologías que se pueden utilizar”.

El adobe
“Para poder construir una casa con adobe hay muchas formas de producir los bloques, dependiendo de la tradición del lugar y del grado de mecanización de la fábrica. Se pueden hacer de manera totalmente manual, con moldes en forma de caja o de escala de madera, en la que cada peldaño, conforma el espacio de un adobe”, dice el bioconstructor.
Inmediatamente rellenado el molde, se levanta y se traslada a un nuevo lugar para fabricar otra serie, de forma que los adobes recién fabricados sequen al aire por los cuatro costados. Cuando los adobes se secan del todo se despegan del suelo, y se utilizan como ladrillos, usando como argamasa el mismo barro del que están hechos, de forma que todo el muro quede hecho de adobe. Las paredes pueden acabar con un enfoscado en varias capas de barro u de barro y cal.
“Tradicionalmente al construir una casa con adobe, las vigas y montantes son de madera, pero pueden ser de cualquier material como viguetas prefabricadas, o de hierro. El barro se comporta bien con cualquier otro material y también se puede mezclar con tabiquería de ladrillos, sin mayores problemas”.
La producción de los bloques no necesita mano de obra especializada, pero hay que conocer las características de los materiales que se utilizan y hacer pruebas preliminares para elegir la mezcla adecuada de los componentes. No se gasta energía en la producción, porque no necesitan maquinas con alimentación eléctrica.
Trasporte de los componentes: los componentes principales, agua, tierra y fibras vegetales, se pueden encontrar en el mimo sitio de la construcción, sin gastos de transporte.
El adobe se puede utilizar también en la autoconstrucción o en agrupaciones de personas para la construcción comunitaria, bajo la dirección de obras de un técnico. La escogida de la técnica constructiva depende del tipo de tierra y de la tradición local. No necesita maquinas con alimentación eléctrica.
Transporte del producto acabado: si el adobe se produce en el mismo sitio de la construcción, no hace falta gastar dinero en el transporte.
Inercia térmica: el espesor de los muros permite atenuar los cambios de temperatura externos, creando un ambiente interior agradable en todas las estaciones.
Aislamiento acústico: el adobe crea una barrera contra el ruido en mal transmitir las vibraciones sonoras
Capacidad de transpirar: la regulación natural de la humedad impide la condensación.
Resistencia al fuego: el adobe tiene buena resistencia a la combustión.
Resistencia a los ataques de insectos: es un material inerte, que no teme ni a los insectos ni a los otros pequeños animales.
El adobe permite fácilmente modificar la construcción, derruir un muro o ampliar la vivienda con una nueva dependencia. Se pueden insertar en las paredes existentes las rozas para instalar nuevos servicios de agua y luz, con lo que el mantenimiento e incorporación de nuevas redes de luz, agua o comunicaciones, se resuelven en este tipo de construcciones de forma más sencilla y con menos gasto.

Materiales ecológicos
Los materiales ecológicos, los ecomateriales, hacen que una vivienda tenga más calidad. Muchos productos que podemos aplicar en bioconstrucción se han utilizado y se utilizan en proyectos de alto nivel como restauración de palacios y viviendas de lujo. Y se aplican por su alto nivel de calidad: por ejemplo los morteros de cal y los estucos, las pinturas al silicato, los barnices naturales, etc. y no es que sean excesivamente caros. Además son más duraderos por lo que a la larga ahorraremos dinero.
¿Debemos renunciar a un hábitat sano y natural en aras de una vivienda moderna adaptada a las necesidades de hoy? Por supuesto que no. Una vivienda ecológica con criterios de biocosntrucción puede disponer de los mismos adelantos que una convencional y con algunas ventajas, además de unos materiales mas sanos: estas ventajas se centran en un mayor ahorro energético (para ello aplicamos la bioclimática), lo que conlleva a un menor impacto medioambiental de nuestra casa y una reducción del tiempo de mantenimiento de la vivienda, lo que genera ahorros de energía y por ende un alivio a nuestra economía.