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La receta del ajuste: El FMI pide flexibilizacion laboral

El reporte del organismo sobre las Perspectivas para América Latina insiste en reclamar la implementación de reformas estructurales. En ese marco plantea que se deben “flexibilizar las regulaciones del mercado de mano de obra”

“La incertidumbre se ha moderado y, más recientemente, la inflación ha empezado a descender a la vez que repunta la actividad económica”, asegura el director del Departamento para el Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional, Alejandro Werner , al celebrar el desempeño reciente de la economía Argentina. El optimismo desplegado en un breve reporte sobre las Perspectivas para América Latina está condicionado a la implementación de un paquete de reformas estructurales. El funcionario del organismo multilateral reiteró su reclamo para que el país avance con un paquete de reformas estructurales que, entre otros componentes, incluya “flexibilizar las regulaciones del mercado de mano de obra”. El imperativo del FMI alcanza a toda la región. A Brasil no solo le exige implementar la transformación del sistema de pensiones sino que le recomienda realizar privatizaciones para volver a crecer.

“La economía argentina está recuperándose gradualmente de la recesión del año pasado”, expresó Werner al recordar que el organismo proyecta una caída del 1,3 por ciento del producto en 2019. Las estimaciones publicadas hace dos semanas recortaron 0,1 puntos frente a los cálculos elaborados en abril. Y, para 2020 estima que la economía crecerá apenas 1,1 por ciento frente al 2,2 por ciento pronosticado en abril. El directivo del Fondo considera que la recuperación del próximo año se explicará por el “repunte de la producción agrícola y el restablecimiento gradual del poder adquisitivo de los consumidores, tras la marcada comprensión de los salarios reales el año pasado”.

El Director del Departamento para el Hemisferio Occidental del FMI comparte el diagnóstico del Palacio de Hacienda y el Banco Central sobre una desaceleración inflacionaria. La última medición oficial marcó una suba del 2,7 por ciento en junio y 55,8 en doce meses. “Se prevé que la inflación continúe descendiendo. Sin embargo, como la inflación ha sido más persistente, las tasas de interés reales deberán permanecer en niveles más altos por más tiempo, lo que explica la revisión a la baja del crecimiento en 2020”, indicó Werner al confirmar la continuidad del programa del ahogo financiero que atenta contra la reactivación del consumo y la sustentabilidad de las pymes.

Las recomendaciones de Werner para que la región enfrente el “poco ímpetu del crecimiento” son dos: ajuste fiscal y reformas estructurales . A diferencia de otros documentos donde el FMI recurre a eufemismos, el funcionario del organismo reclamó avanzar con la flexibilización laboral. “Las reformas estructurales siguen siendo imperativas y es necesario acelerarlas para estimular el crecimiento potencial. Estas reformas deben incluir una mayor apertura de las economías al comercio y a la inversión extranjera directa, flexibilizar las regulaciones en los mercados de productos y de mano de obra , fomentar la competencia y mejorar la calidad del capital humano y físico”, afirmó Werner al enumerar las transformaciones que el Fondo considera necesarias para los países latinoamericanos. Los reclamos están en línea con las pretensiones del gobierno de Mauricio Macri para un supuesto segundo mandato.

En materia de gasto público el breve informe realizado por Werner sostiene que “la consolidación fiscal sigue siendo una prioridad en muchos países de la región en vista de los altos niveles de endeudamiento público”. El economista del FMI reconoce que el ajuste “probablemente moderará el crecimiento, pero el efecto contractivo puede mitigarse protegiendo la inversión pública y los gastos sociales bien focalizados, y elevando la recaudación de ingresos y recortando el gasto no prioritario”.

Las mayores demandas recaen sobre Brasil que, por ahora, no está sujeto a la supervisión permanente del FMI. “Además de la aprobación de la reforma de las pensiones, una reducción continua del déficit presupuestario en los próximos años sigue siendo crucial para garantizar la sostenibilidad de la deuda pública”, considera Werner. Sin embargo, el Fondo va más allá y sugiere que ”para estimular el crecimiento potencial, Brasil tiene que llevar a cabo reformas estructurales decisivas, como por ejemplo en el ámbito tributario, de las privatizaciones, la liberalización del comercio y tomar medidas para hacer más eficiente la intermediación financiera”.