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Día de la Policía: Recordaron a efectivos fallecidos

En nuestra ciudad se realizó un acto de homenaje en el cementerio municipal, al pie del monolito del Círculo Policial de Rojas

Policías activos y jubilados se congregaron ayer en el cementerio municipal de nuestra ciudad, para rendir homenaje a sus camaradas fallecidos, en ocasión de cumplirse un nuevo Día de la Policía Bonaerense.

Del acto participaron las autoridades de la Policía Comunal y los responsables de los distintos elementos que operan en nuestro distrito. También estuvo presente el secretario de Seguridad de la comuna, Miguel Ángel Núñez. En la oportunidad, además de realizarse una formación de honor y colocarse una ofrenda floral al pie del monolito del Círculo Policial de Rojas, el titular de esta institución, Crio. Insp. (RE) Néstor Darío Lusardi, pronunció un sentido mensaje, y luego fue descubierta una placa recordatoria.

Además, en la oportunidad le fue entregado un presente al Comando de Prevención Rural (CPR) del distrito, que conduce el Crio. Insp. Sebastián Bergaglio. El CPR Rojas fue reconocido por su tarea durante 2019, entre veintidos comandos rurales de la provincia.

La Policía de la Provincia de Buenos Aires, ahora “Policía Bonaerense”, tiene raíces muy antiguas. Estando emparentada con la Ciudad de Buenos Aires, sigue también su propia historia. Durante la época colonial, los Cabildos con sus primeros funcionarios, llamados “alcaldes ordinarios”, fueron los primeros en hacer observar los preceptos policiales en la Ciudad y en la Campaña Bonaerense. Más específicamente, en el año 1606 fueron creados los “Alcaldes de la Hermandad” para cubrir las prácticas policiales en la zona rural y los delitos cometidos en “despoblado y en yermo”.

Luego de la Revolución de Mayo, hubo una primera etapa que la enmarcamos en el año 1813 cuando se promulga el Reglamento de Policía. La segunda la ciframos en 1821 cuando se suprimen los Cabildos y se funda la Justicia de Primera Instancia con los Jueces de Paz junto a los “Empleos para Jefes de Policía y Comisario”. Había por entonces, un Jefe de Policía secundado por seis comisarios para la Capital y ocho para la Campaña. El primer Jefe fue Don Joaquín de Achaval.

Don Juan Manuel de Rosas creó en 1831 la “Compañía de Caballería Auxiliar de la Policía” con ochenta hombres. Luego fueron sustituidos por vigilantes a caballo, los que tuvieron mucha presencia en años venideros.

La Legislatura de Buenos Aires sanciona el 11 de Julio de 1857 la ley Nro. 136 en la que se separaban los desempeños de los Jueces de Paz y los Comisarios. Dentro de las normas más importantes se destacaba el art. 1 que tenía directa relación con las comisarías locales: “Todas las funciones policiales serán desempeñadas inmediatamente en la Campaña por comisarios en número de veinticinco y los Juzgados de Paz quedarán exonerados de los servicios de las Comisarías recién instaladas”.

El 16 de julio de 1857 se ponen en funcionamiento las primeras veinticinco Comisarías en todos los partidos de la provincia, excepto Junín, Bahía Blanca y Patagones. Resta agregar que cada Juez de Paz tenía a su servicio 11 hombres, los que se le redujeron a cuatro. De ahora en más cada comisaría tendría un comisario titular, un cabo y de 10 a 15 “soldados”. Nótese el carácter eminentemente militar de esta organización.

La promulgación de la ley del 13 de diciembre de 1880 marca el inicio de la era moderna institucional con los entonces Comisarios de Ordenes, Meritorios y Partidas de la Campaña. La Jefatura se estableció en La Plata y el edificio de Policía fue uno de los fundacionales, siendo proyectado por el Ing. Pedro Benoit. Estaba dividido en tres partes: Departamento de Policía, Cárcel de Detenidos y Cuartel de Bomberos.

La historia de la policía de la provincia cuenta con la personalidad destacada de Don Juan Vucetich, creador del sistema dactiloscópico que revolucionó a nivel mundial la identificación de delincuentes y merced a ello la resolución de sonados crímenes.

Había nacido en la ex Yugoslavia en 1858, y al estar en funciones, el Jefe de Policía le encomienda la misión de profundizar el sistema de identificación antropométrica y es en esta ocasión que perfecciona el sistema y logra un método hasta entonces desconocido. Significaba la identificación por huellas dactilares, creando así la cédula de identidad personal.