El peligro de los productos de limpieza
Advertencias y recaudos a tomar
Recomendaciones para reducir los daños a la salud y al medioambiente. Lo mejor es hacernos nuestros propios limpiadores
(Primera parte) A la hora de limpiar nuestro hogar y pertenencias normalmente recurrimos al uso de diferentes productos que encontramos en el mercado entre los cuales elegimos los que creemos que son mejores para nuestra familia. Lo que muchas veces ignoramos es que estos productos contienen ingredientes que causan grandes daños a la salud de nuestros seres queridos y al medio ambiente.
No siempre son biodegradables y la situación empeora en ciudades grandes donde viven cientos de miles o incluso millones de personas que consumen estos productos produciendo una cantidad enorme de desperdicios, entre ellos muchos contaminantes nocivos. Como estos desechos son retirados rápidamente de la vista, se pierde la consciencia sobre las complicaciones que producen.
Si tenemos en cuenta todo el proceso que pasan desde su origen, hasta llegar a nuestra casa: extracción de la materia prima, obtención de los ingredientes químicos, producción, envases y transporte, uso y su posterior desecho, en cada una de estas etapas se observan efectos negativos. En la minería suelen usarse explosivos y químicos de filtrado, en el caso del petróleo es sabido todos los problemas que trae además de ser un recurso no renovable que se está agotando; la sintetización de productos químicos suele producir gases contaminantes; en las fábricas donde se procesan ingredientes químicos peligrosos muchas veces se ve afectada la salud de los operarios, vecinos, etc.
Los envases plásticos descartables son otro de los grandes problemas de contaminación (islas de plástico); los envases de aerosol suelen tener gases contaminantes y no pueden ser reciclados ni reutilizados. Durante la aplicación de estos productos corremos el riesgo de intoxicarnos nosotros mismos y nuestra familia, siendo los niños los más afectados.
Problemas ambientales
Si son vertidos en al agua pueden causar la muerte de plantas y animales de diferentes maneras. Si contienen químicos que funcionan cómo fertilizante artificial hacen que crezcan algunas especies de algas y musgos que cubren toda la superficie del fondo de los cursos de agua desplazando a otras especies vegetales, eliminando la variedad. Al invadir todo el espacio no permiten moverse a los animales que quedan enredados en sus lazos y finalmente mueren.
También frenan la corriente de agua haciendo que se estanque y consumen todo el oxígeno del agua, lo que hace posible la vida en ella. Al causar la muerte de algunas especies dejan sin sustento a otras que se alimentaban de estas, por lo que el impacto de este problema es mayor de lo que se pensaría a simple vista.
En otros casos los químicos directamente envenenan a los animales que viven en el lugar donde son desechados. Al ser arrojados en desagües que van a cámaras sépticas o plantas depuradoras matan a las bacterias beneficiosas que se encargan de la descomposición natural de la materia orgánica.
Problemas de salud
Su utilización puede producir reacciones inmediatas como dolor de cabeza, irritación de ojos, nariz y garganta, mareo, náusea, diarrea, alergias en la piel y ataques de asma. Sin embargo muchos de los problemas no presentan síntomas instantáneos, sino que se van generando a través del tiempo, dañando el organismo aunque no se note, por este motivo se hace difícil determinar la causa y esta se le suele adjudicar a otra cosa.
Los químicos que no huelen, no se ven, o no producen sensaciones inmediatas, pueden ser más peligrosos porque nadie se fija en ellos y no se toman medidas preventivas. Los efectos a largo plazo pueden ocasionar daños a los sistemas nervioso, endocrino, reproductor e inmunológico, como así también defectos congénitos, cáncer del cerebro, leucemia, envenenamiento del hígado, desequilibrios hormonales, problemas respiratorios y daños en la visión.
También se determinó que los productos de limpieza en el hogar son los responsables de los envenenamientos involuntarios en niños menores de 6 años de edad. La mayoría de los casos de niños que sufren intoxicaciones y envenenamientos, se producen por el descuido y mal manejo en el hogar de blanqueadores, destapacaños, insecticidas, raticidas, etc.
Si usamos estos productos se debe tener especial cuidado de no mezclar un detergente con un hipoclorito (cloro/ lavandina) porque la reacción química desprende gases en grandes cantidades y pueden producir intoxicaciones generando efectos adversos agudos, lo que implica una emergencia por desmayo, irritación o alergia.
Consejos útiles para reducir la exposición a productos tóxicos:
• Siempre que le sea posible elabore sus propios productos o adquiéralos de personas conocidas.
• Cuando compre productos de limpieza, busque palabras claves tales como: ingredientes naturales, no tóxicos, biodegradables, y ecológicos.
• En caso de no conseguir lea las etiquetas de los productos que piensa comprar. Compre productos cuyas etiquetas tengan las palabras “precaución” o “advertencia” porque son menos dañinos que los productos en cuyas etiquetas se encuentran las palabras “veneno” o “peligro.”
• Evite productos con frases tales como: “asegúrese de que la habitación esté ventilada,” “use algo para protegerse los ojos y use guantes,” “peligroso si se traga,” “inflamable,” “corrosivo” o “irritante” porque estas palabras implican riesgos para la salud.
• Elija rociadores a gatillo, en vez de productos en aerosol, ya que los puede recargar y causan menos daño al medio ambiente.
• Guarde los productos en un mueble fuera del alcance de los niños y las mascotas.
• Evite el uso excesivo. Reduzca la necesidad de usar más cantidad de productos tóxicos.
• Asegúrese de airear bien la habitación cuando use estos productos.