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Visita del Papa a Irak: «podría ser el viaje más difícil»

Para el cardenal Fernando Filoni, exnuncio en Irak entre 2001 y 2006, el arribo del Papa Francisco a ese país es riesgoso por tratarse de una «zona de guerra».

A solo días de la llegada del Papa Francisco a Irak, para quienes conocen dicho territorio, el arribo del sumo pontífice se erige como una notable oportunidad de lograr la «derrota cultural» de extremismo islamista, aunque no evitan referirse a la incertidumbre que genera el llevar «un mensaje de paz» a una «zona de guerra».

En este sentido, el exnuncio en Irak entre 2001 y 2006, el cardenal italiano Fernando Filoni, se refirió a la histórica agenda que encarará Francisco y sostuvo: «El Estado Islámico ya fue derrotado a nivel militar. La caída de Saddam Hussein en 2003 no fue solo la caída de un dictador, sino la crisis de una sociedad que en él se encontraba de todos modos. Y por eso todos los que están descontentos aceptaron el predominio de una fuerza ocupante, pero mentalmente no aceptan aún la derrota o la idea de un cambio».

«Se crearon tantas tensiones que luego, paso a paso, evolucionaron y se radicalizaron. A esto se agregan después aspectos de tipo religioso, lo que llamamos el fanatismo», continuó el cardenal, enviado especial del Papaa Irak en 2014, en el inicio de la conquista territorial de la milicia Estado Islámico en gran parte del oeste del país -ocupó un cuarto del territorio entre 2014 y 2017-.

«El problema es antiguo, pero ahora -la lucha interna- asumió una virulencia de una forma inimaginable, y entonces estamos más conmovidos por esta virulencia que por las causas. Quizás esta es una expresión última de una cuestión que nace en un pueblo que se siente humillado, marginado, por tantas razones», reflexionó el cardenal de 74 años.

Para Filoni, la presencia de Francisco puede ayudar a la «derrota cultural» de la milicia islamista y, principalmente, su ideología extremista.

En este sentido, remarcó: «Hay una cuestión cultural que se tiene que dar en la que todos deben estar involucrados. No puede ser que, por ejemplo, un país lejano diga ‘yo ahora no me meto’, pero de todas maneras adopta medidas que contribuyen a esto. Todos somos responsables de esta situación, de que se genere este terreno fértil en el que luego prenden las raíces de estos grupos».

Por último, quien acompañará al líder de la Iglesia católica durante sus cuatro días de permanencia en Irak, insistió en que un tema clave para poner fin al extremismo es la educación.

«Hay que estar atentos a no ver esto solo como una forma de radicalismo actual, sino analizarlo desde el terreno en el que crece», propuso Filoni.