Día de San Cayetano: por qué se le pide “pan, paz y trabajo”
Cada 7 de agosto, miles de fieles celebran el día de San Cayetano en Argentina. Año a año se repite el ritual de filas para acceder a la imagen del patrono del «pan y el trabajo» en todos los templos dedicados al santo en el país.
Cayetano de Thiene o San Cayetano nació en el 1480 en Vicenza, Italia. Su nombre proviene del término en latín caietanus, que significa oriundo de Caieta, como se llamaba su ciudad en la época de los romanos.
A sus 25 años, fue nombrado protonotario apostólico en la corte del papa Julio II, en Roma. Allí, desempeñó el oficio de escritor de “Letras Apostólicas”. Desde su puesto ayudó a reconciliar a la Santa Sede con la República de Venecia.
En 1513, se retiró de la vida cortesana y fundó una sociedad de sacerdotes y prelados, el «Oratorio del Amor Divino». A sus 35 años fue ordenado sacerdote y en 1522, regresó a Vicenza, donde fundó un hospital para enfermos incurables.
El 8 de octubre de 1629, el papa Urbano VIII beatificó a Cayetano de Thiene. Luego, el 12 de abril de 1671 fue canonizado por el papa Clemente X.
La historia cuenta que en 1875, los campos ubicados entre lo que hoy es Ciudadela y Liniers sufrieron una gran sequía y las cosechas peligraban. Un paisano fue a solicitar ayuda al santo, dejando a sus pies un ramo de espigas.
Pocos días después, la lluvia cayó, y la cosecha y el trabajo se salvaron.
El lugar se fue poblando y la parroquia de la zona mostró por primera vez la imagen de San Cayetano con las espigas. El padre párroco de ese entonces Pbro. Domingo Falgioni envió por correo a cada persona una estampa en la cual incorporó al santo el trigo. Asimismo, Falgioni era asesor del Círculo Católico de Obreros y no tardó en extenderse que Cayetano era el patrono del «pan y del trabajo».
En otras partes del mundo, el santo no figura con espigas sino con un Lirio, por la parábola de Jesús sobre la providencia de Dios cuando se refiera a los Lirios del campo y las aves del cielo y con el Niño Dios en sus brazos.