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Señal: Fernández se reunió con Guzmán y aceleran las tratativas con el Fondo

Mientras se aceleran las conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) el presidente Alberto Fernández analizó junto al ministro de Economía, Martín Guzmán, tras lo cual desde la Casa Rosada confiaron que “el acuerdo (con el FMI) va a salir”.

En paralelo, se conocerá mañana, rondará el 4 por ciento. Las proyecciones para febrero son similares. Con la confirmación de que los controles de precios no terminan de controlar el fenómeno, la Casa Rosada apuesta al acuerdo con el FMI para frenar la inercia inflacionaria.

En medio de un escenario político complejo, con fuertes diferencias internas, el gobierno nacional reconoció que el alza de precios, especialmente en los alimentos, es la “principal preocupación” de la administración de Alberto Fernández.

Cerrar la negociación con el Fondo generaría, según lo que esperan Guzmán y su equipo, una “tendencia a una normalización”, aunque los resultados no serán inmediatos. Como suele repetir en cada entrevista el titular del Palacio de Hacienda, se trata de un “problema multicausal”.

El problema más grave que enfrenta Guzmán es que su palabra perdió respaldos dentro del Gobierno. Lo mismo ocurre con el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti.

Entre los economistas advierten que, paradójicamente, la inflación ayudaría a Guzmán a tratar de cumplir las metas fiscales de un futuro acuerdo porque generaría una licuación del gasto.

En los últimos días, se sumaron nuevas voces al coro de críticos del ministro de Economía desde el círculo de confianza del Presidente. El listado incluye a los ministros Matías Kulfas (Desarrollo Productivo), Juan Zabaleta (Desarrollo Social) y la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Todesca.

Las primeras semanas del año encendieron las alarmas. Algunos incrementos pegan directamente en la canasta básica de alimentos (huevos, 50%; el kilo de pan y la yerba mate, 20%; el pollo, 17%). La renovación del programa de Precios Cuidados –lo anunció Feletti a mediados de enero–, que liberó aumentos de hasta 6% y la suba de frutas y verduras (estacional) impulsaron a los alimentos por encima del nivel de inflación general.

En tanto, el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, anticipó una pauta sugerida del 40% , muy lejos de las proyecciones de inflación para este año, que la ubican entre el 55 y el 60%. Las cláusulas de revisión de paritarias serán permanentes. En la Casa Rosada admiten esos números.

“(La inflación) es, sin duda, el gran problema que tienen los argentinos y argentinas en este momento y la principal preocupación del Gobierno”, reconoció la portavoz Gabriela Cerruti en la conferencia de prensa que protagonizó la semana pasada. Y agregó: “Hay muchos factores que inciden en la inflación y todos tienen que ser atacados simultáneamente”.

Los resultados de todas las políticas que se implementaron para contener el alza de precios hasta el momento resultaron infructuosos. “Estamos perdiendo la batalla de los productos frescos, como la carne, el tomate, la papa, las verduras. En enero la inflación será igual a la de diciembre”, reconoció Feletti hace unos días.

Ahora, la expectativa está centrada en los efectos que tendrá el acuerdo con el organismo multilateral de crédito. El gobierno nacional espera en los próximos días finalizar las conversaciones con el staff técnico y presentar el acuerdo en el Congreso el 1° de marzo, ante la Asamblea Legislativa.

El FMI también aspira a una rápida resolución, según lo expresó el director de Comunicaciones del Fondo, Gerry Rice, la semana pasada. Para el organismo multilateral de crédito, el problema de la inflación es central en las conversaciones. “Tuvimos que calibrar el programa para que sea implementable. Nuestro principal foco es sacar a la Argentina de este camino muy peligroso de alta inflación”, reconoció hace 10 días la directora gerente, Kristalina Georgieva. (DIB)