Piqueteros decidieron acampar en Plaza de Mayo.
Los movimientos sociales agrupados en Unidad Piquetera decidieron acampar en la Plaza de Mayo. Así lo anunció en la tarde-noche de miércoles el referente de ese núcleo Eduardo Belliboni, tras haber fracasado las reuniones con el Ministerio de Economía a cargo de Sergio Massa. De esta manera, vuelven las carpas -en principio, hasta las 11.00 del jueves- frente a la Casa Rosada, a la espera de respuestas a sus reclamos de parte del gobierno de Alberto Fernández.
La decisión de quedarse a pasar la noche en la histórica plaza se tomó tras una asamblea de la que participaron los dirigentes de cada uno de los espacios. Unidad Piquetera había reclamado una entrevista con el ministro de Economía, Sergio Massa, aunque sin éxito. En la jornada de este miércoles también tuvieron contactos con el Ministerio de Desarrollo Social de Juan Zabaleta, pero sin respuestas a sus reclamos.
“No tuvimos ninguna respuesta”, afirmó Belliboni, también del Polo Obrero, en declaraciones en A24. En este sentido, agregó: “Nos reunimos con funcionarios del Ministerio de Economía y nos dijeron que no hay ninguna respuesta a los problemas que les hemos planteado. Desde un bono general, un IFE; de situaciones de emergencia social; de proyectos y cosas trabadas en el Ministerio de Desarrollo Social; está llegando mal la comida”, detalló.
Al mismo tiempo, aseguró: “Nuestra manifestación es pacífica”. Y reclamó: “Que nos escuche el ministro Massa, que tiene superpoderes para cuando se trata de discutir qué beneficios le otorga al campo pero no los tiene para atender a miles de personas que reclaman en todo el país una reunión para explicarle que hay cosas que no pueden esperar más, como la comida, los jubilados, el salario miserable”.
La perlita de la jornada: la “carpa-baño”
Cada jornada de protesta en el microcentro porteño deja una perlita. En esta ocasión, el descubrimiento fue la “carpa-baño”. “Es un baño improvisado”, dijo casi atónito el periodista Nacho Otero (TN) al observar de qué se trataba. Pero eso no era todo, ya que para entrar a ese rudimentario baño se cobraba $100 por persona, y a cada una le entregaban un número para luego realizar una fila.
El citado periodista ubicó al inventor de esta “carpa-baño” y le consultó de qué se trataba. “Un balde, un papel higiénico, el alcohol”, explicó el hombre. A continuación, profundizó que se trataba de un balde de 20 litros, tipo de pintura, el cual “va con un agujero para que (los desechos) se vayan por la alcantarilla”. Por último, el hombre remarcó que “lo único para lo que se permite es para que orine”.