«El negocio en Argentina pasa por importar y timbear”
El gobernador bonaerense publicó una columna de opinión en la que plantea que el modelo de Milei lleva a “un país primarizado, precarizado y mucho más desigual”.
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“Para mi sorpresa y tal vez por primera vez, coincido en algo con Milei: el concepto de ‘tipo de cambio real de equilibrio’ es decididamente esotérico. Sin embargo, como es habitual entre los economistas de su orientación, al análisis se le escapa algo esencial: la realidad”.
Así comienza una columna de opinión que, firmada por el gobernador Axel Kicillof, es publicada este domingo en el portal Infobae, bajo el título: “¿Dólar atrasado o precios adelantados?”. “Nada producido en Argentina es rentable, el negocio pasa por importar y timbear. El resultado es un país primarizado, precarizado, y mucho más desigual”, agrega la bajada del título.
Además, en redes sociales, Kicillof compartió el artículo, junto a la siguiente descripción: “Milei firmó ayer una críptica nota en la que intenta tapar el sol con la mano. Decía Jauretche: ‘En economía no hay nada misterioso ni inaccesible al entendimiento del hombre de la calle. Si hay un misterio, reside en el oculto propósito que puede perseguir el economista y que no es otro que la disimulación del interés concreto a que se sirve’. Y agregaba Scalabrini Ortiz: ‘Si usted no entiende lo que dice un economista, pídale que le explique; si vuelve a no entender, que le explique otra vez: si a la tercera vez no entiende… entonces lo están engañando’”.
En el artículo de Infobae, Kicillof habla de “la evidencia que Milei falsifica o esconde”, y enumera:
En primer lugar, “en Villarino, se cultiva cebolla para la exportación y, por el valor del dólar de Milei, los productores tienen que descartar buena parte de la cosecha que se volvió no rentable. Esto mismo ocurre con otros productos exportables, incluidos cultivos en los que Argentina es especialmente competitiva”.
Luego, plantea que “basta con ir a cualquier frontera argentina para observar que TODOS (sic) los productos son sustancialmente más baratos en el extranjero que en nuestro país”. A modo de ejemplo, menciona el “famoso -aunque poco riguroso- ‘índice Big Mac’, elaborado por la revista The Economist”, que “coloca a la Argentina en el segundo lugar de una lista de 40 países”. Según Kicillof, “si el tipo de cambio no estuviera apreciado, Milei podría sacar el cepo, dejar de intervenir en el mercado cambiario y dejar flotar la moneda. Por algo no lo hace”. En este punto, dice el Gobernador, “‘a confesión de parte, relevo de pruebas’. Caputo sostuvo que ‘el dólar no está atrasado, sino que los precios están adelantados’. Ajá”.
Para Kicillof, “lo que preocupa no es que el presidente mienta”. “Lo que más preocupa es cómo se sostiene el súper peso que tenemos hoy o, lo que es lo mismo, el dólar barato. La Argentina cuenta con amplia experiencia en las consecuencias y la fragilidad de los esquemas como éste que, con distintos matices y en distintos contextos, ya se aplicó y fracasó estrepitosamente varias veces en Argentina”.
Por otro lado, en su texto Kicillof plantea que “otra de las fuentes principales de la oferta de dólares que mantiene al tipo de cambio en niveles relativamente bajos es el llamado ‘dólar blend’”: las divisas que los exportadores no están obligados a liquidar. “Cuando se salga del cepo, esa fuente desaparecerá y, a no ser que intervengan a lo loco, ocurrirá una devaluación del tipo de cambio. Entonces Milei y Caputo están afirmando dos cosas que son contradictorias entre sí: que no devaluarán y que saldrán del cepo. Alguna de las dos promesas es necesariamente falsa”.
Pero, “no todos pierden”, dice el Gobernador: “Como ocurrió en la convertibilidad y en la ‘tablita’ de Martínez de Hoz, el esquema cambiario genera un negocio financiero extraordinario. Funciona así: entran dólares, se cambian a pesos y se ponen a altas tasas de interés que, gracias al dólar quieto, luego se vuelven a cambiar por dólares. Entonces, ese alto rendimiento en pesos se convierte en un alto rendimiento en dólares. Posteriormente, se retiran los fondos con la ganancia en dólares más grande del mundo. Justamente esto es lo que le recomendó al sector agropecuario el ministro Caputo y el secretario de Agricultura: vendan la soja y que entren a la bicicleta financiera (elegantemente llamada carry trade)”.
En el texto publicado esta mañana por Infobae, Kicillof menciona que “también se extienden los beneficios al extractivismo”. “Recursos naturales, minerales, petróleo y gas producen altas ganancias sin ningún valor agregado y con un costo laboral lo más bajo posible, sin que se le cobre ningún impuesto, y con la posibilidad de importar la totalidad de los equipos. Un verdadero saqueo”.
“Para contribuir a que no suba la inflación (y las ganancias de 4 vivos)”, dice Kicillof, “tanto en la convertibilidad como ahora se plancharon además del dólar los ingresos populares: salarios y jubilaciones. La demanda interna se desploma porque la plata no alcanza y así se agrega otro factor de desindustrialización y miseria”.
A modo de cierre, el Gobernador se pregunta: ¿cúanto tiempo durará este esquema? Y responde: “Depende de cuántos dólares consigan para sostenerlo. La tablita duró tres años; la Convertibilidad, casi once. Dejaron al país más endeudado, al tejido productivo destruido, y a nuestro pueblo hipotecado. Ah, y a algunos bolsillos bien llenos”.
Y sobre la provincia de Buenos Aires, “motor productivo del país, este modelo fue, es y será la peste. Por eso, desde el Gobierno provincial, utilizamos todos los instrumentos que tenemos para aliviar sus efectos sobre nuestro pueblo. Y, al mismo tiempo, nos organizamos para construir una alternativa bien amplia, con justicia social, soberanía y desarrollo”.