Maradona está a 90 minutos de ganar un título en México
Cuando desembarcó para dirigir en una ciudad conocida como cuna del narcotráfico en México, los críticos y escépticos tuvieron elementos de sobra para dudar del éxito de la aventura de Diego Maradona.
Pero el técnico argentino los ha silenciado y, luego de tres meses de gestión, está a 90 minutos de conseguir un título con los Dorados de Sinaloa de la segunda división.
Sobreponiéndose problemas físicos con sus rodillas y a los cuestionamientos sobre si podría sacar a su nuevo equipo la parte baja de la tabla, Maradona pudo clasificar a Dorados a la liguilla. Pasaron a eliminar a uno de los máximos favoritos, y ahora tiene una ventaja de 1-0 sobre el Atlético San Luis en la final de la Liga de Ascenso que se dirime el domingo por la noche.
«Con los muchachos hablamos y dijimos que nosotros podemos perder, ganar o empatar pero lo único que no podemos perder es la dignidad de saber lo que se trabajó para llegar a todo esto porque no es de la noche a la mañana», dijo Maradona recientemente.
La noticia del regreso de Maradona a los banquillos con un equipo del ascenso en México sorprendió en septiembre pasado. Después de todo se trataba del primer trabajo para el ‘Pelusa’ desde el año pasado, cuando estuvo con el Al Fujairah de los Emiratos Árabes Unidos y de un corto paso como dirigente del club Dinamo Brest de la primera división de Bielorrusia.
Algunos analistas consideraban que su contratación con equipo de poca jerarquía, fundado hace apenas 15 años, se debía a una maniobra mediática de los Dorados y un desesperado intento por sacar a flote la carrera del ex capitán de la selección argentina, empañada por las drogas y excentricidades.
El fichaje de Maradona se dio meses después de un bochornoso comportamiento en el Mundial de Rusia, donde hizo un gesto obsceno con los dos dedos del medio de sus manos luego que Argentina anotó un gol para vencer 2-1 a Nigeria y fue captado en videos en los que lucía bastante ebrio en las gradas. En otro partido hizo un gesto discriminatorio hacia un aficionado asiático.
Maradona declaró que no venía al país a vacacionar y cumplió su palabra. Junto a su escudero y compatriota Luis Islas y el mexicano Mario García se pusieron a trabajar para sacar a flote una temporada que parecía perdida. Dorados solo sufrió una derrota en el resto de la temporada regular para avanzar a la liguilla, instancia en la que dejaron fuera a Mineros de Zacatecas y Bravos de Ciudad Juárez, clubes con superior preclasificación.
El entrenador de 57 años logró todo eso sobreponiéndose a sus problemas de artrosis en las rodillas que lo obligan a caminar con dificultad y que durante el torneo lo obligaron a ausentarse de algunas prácticas.
«Yo tampoco soy el técnico (José) Mourinho», dijo Maradona sobre lo que ha logrado hasta ahora en México. «No, yo soy Diego Armando Maradona como me ven y no cambio nada».
El trabajo que ha hecho en Dorados quizá sea uno de los mejores desde que debutó como entrenador en el Mandiyú de su país y con paradas que incluyen la selección Albiceleste a la que metió a los cuartos de final en el Mundial de Sudáfrica 2010.
Maradona habló recientemente sobre su trayectoria como técnico, que llevó también a dirigir a Racing Club en Argentina y otros clubes árabes.
«Cuando decido ser técnico en Mandiyú en el pueblo de mis padres en Corrientes no me fue bien porque no teníamos presupuesto. Luego en Racing, me gustó mi paso por ahí. En Al Wasl (Emiratos) no me fue bien porque imposible trabajar, un día faltaban cuatro jugadores, al otro cinco y luego siete porque tenían que jurar a la bandera con la policía. No era serio, aguantamos un año y después me fui a trabajar en otro lado con el Al Fujairah y lo subimos a primera», dijo Maradona.
El equipo árabe ganó una promoción tras la salida de Maradona y eventualmente subió a primera división.
En México, nadie cuestionaría el trabajo que realizado si consigue el campeonato el domingo con Dorados, un equipo en el que se ve una notoria diferencia respecto al plantel que él tomó a principios de septiembre.
«He venido preparando jugadores para las finales y ellos me entendieron», dijo Maradona.
Ahora, el premio a la perseverancia de las últimas semanas podría encontrar recompensa para Maradona.
«Mi ‘vieja’ (madre) siempre me lo decía, cuando a vos te vaya una cosa mal seguí insistiendo que te va a ir bien», recordó Maradona. «Yo le decía ‘mamá, pero tengo dos horas y no puedo romper el ladrillo’ y ella me decía ‘chico, ya lo vas a romper’ y rompí ese ladrillo y hoy vuelvo a sentarme en un banco de director técnico».
Y probablemente campeón.