Así es el primer túnel de alta velocidad con el que Elon Musk busca eliminar el tránsito
Elon Musk develó su túnel de transportación subterránea, permitiéndoles a los invitados y a los periodistas efectuar algunos de los primeros recorridos en su revolucionaria iniciativa, la respuesta del empresario a lo que llama el «tráfico que destruye el alma».
Los invitados abordaron un Modelo S de Tesla, también propiedad de Musk, y se desplazaron aproximadamente 1,6 kilómetros por las calles del área de Los Ángeles hasta lo que se conoce como Estación O’Leary. La estación, ubicada justo en medio de un vecindario residencial, «prácticamente en el jardín trasero de alguien», dice Musk. Cuenta con un ascensor sin pared que lentamente trasladó al auto hasta colocarlo unos nueve metros por debajo de la superficie.
Poco a poco dejó de verse el cielo y surgió el túnel sorprendentemente angosto. «Tenemos autorización para avanzar», dijo el conductor, que incrementó la velocidad y se metió al túnel cuando una luz roja sobre la vía cambió a verde, dándole un aspecto espacial o de discoteca.
El auto se sacudió mucho durante el recorrido, en el cual hubo algunos rebotes que hicieron que un periodista se mareara, mientras que otro gritó «¡woo!»
Musk describió este primer recorrido como algo «épico». «Para mí fue un momento eureka», declaró en una sala llena de periodistas. «Fue algo así como ‘esta cosa va a funcionar muy bien'».
Dijo que actualmente en los recorridos se tiene la sensación de pasar por baches «porque se nos acabó el tiempo» y hubo algunos problemas con la velocidad de su máquina de pavimentar.
«Será liso como el cristal», dijo con referencia a los sistemas futuros. «Este es sólo un prototipo. Es por eso que se sienten algunos rebotes».
Horas después, Musk salió del túnel en uno de sus autos. Mostró su entusiasmo con los invitados antes de pronunciar un discurso sobre la tecnología bajo la luz verde del túnel y por qué ésta tiene sentido.
«El tráfico destruye el alma. Es como ácido sobre el alma», les dijo a los invitados, que comían malvaviscos y panchos mientras aguardaban su turno de ingresar al túnel.