Wolfgat: cómo un chiringuito sudafricano se ha convertido en el mejor restaurante del mundo
El secreto de Wolfgat, el establecimiento que acaba de ser elegido como Mejor Restaurante del mundo en la primera edición de los World Restaurant Awards, es que no hay ningún secreto. Este pequeño local, en el que solo caben 20 comensales, prepara sabrosos platos recurriendo a la tradición local, esto es mariscos de la zona combinados con algas y plantas aromáticas recogidas por el personal.
Wolfgat se sitúa en un pequeño pueblo de pescadores, Paternoster, a unos 160 kilómetros de Ciudad del Cabo (Sudáfrica) y apuesta por un menú de siete platos (estacional) que rinde homenaje a los pobladores indígenas de la región. Su precio oscila entre los 54 y los 88 euros e incluye bebidas.
Detrás de esta apuesta gastronómica se encuentra el chef Kobus van der Merwe, un hombre que no tiene una formación culinaria específica. Kobus estuvo trabajando en la guía gastronómica Eat Out y allí se dio cuenta que estaba del lado equivocado de la industria, por lo que decidió abrir su propio establecimiento. Gracias a su éxito, ya no hay mesas disponibles en los tres próximos meses.
Una de las cosas más aplaudidas y que le han ayudado a este reconocimiento es su apuesta decidida por la sostenibilidad. En el Wolfgat nunca se tira comida porque los comensales deben confirmar 72 horas antes su asistencia. Sabiendo el número exacto de clientes, el restaurante se ocupa de definir el menú y seleccionar los ingredientes necesarios.