Tiempo de definición de estrategias finales de cara a la elección
Quedan 20 días para el final de la campaña, menos de un mes para poner sobre la mesa toda la artillería electoral en busca de llevarse los laureles el 22 de octubre por la noche. El escenario continúa de forma similar como surgió pocos días de las PASO del 13 de agosto. El candidato de Cambiemos, Esteban Bullrich, el que ahora va de la mano de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, se posiciona primero en las encuestas con un promedio de entre 2 y 3 puntos de ventaja sobre la candidata de Unidad Ciudadana, Cristina Fernández de Kirchner. Ese escenario era previsible, el efecto ballotage, la grieta o el gen anti-K que existe en un porcentaje importante de la sociedad, hicieron que el escenario de las PASO se revierta y el oficialismo corra con ventaja. Es CFK la que corre de atrás y es por eso que la campaña de la ex presidenta es la más activa de todas. La polarización y sus efectos.
La expresidenta ganó las Primarias, un triunfo que en tono futbolero sería eso que son complicados: 2 a 1 de local, con ese gol de visitante que tanto molesta. Ahora Cristina tiene que jugar de visitante. Urge buscar el gol de entrada, porque se sabe, con 1 a 0 es suficiente para ganar la llave. Cristina dobló su apuesta, este 2017 –más allá del resultado electoral- la sociedad argentina conoció una Cristina distinta. Al rigor de la campaña, la expresidenta dio cuatro entrevistas a medios periodísticos. Todas distintas entre sí. Desde la tensa y aguda entrevista en Infobae, la más amena con Víctor Hugo Morales, el mano a mano con El País de España, para culminar con la majestuosa y particular entrevista en Crónica con Chiche Gelblung. Sería necio e injusto decir que CFK no dejó una marea de títulos para los medios, que respondió a muchas preguntas que antes no habían sido respondidas o ni siquiera mencionadas. La respuesta no siempre es gusto del entrevistador o del público, pero que existieron, no hay duda. Cristina en todas esas entrevistas que captaron la atención casi total de todos los medios periodísticos habló de sus causas judiciales, de la corrupción en su gobierno, de Nisman, de su fortuna persona, del porqué de su candidatura, del peronismo y el 2019, de la grieta, del aborto, de Santiago Maldonado y, obviamente, lanzó duras críticas hacia Mauricio Macri y su modelo económico: habló del “ajuste que se viene después de las elecciones”. Todo esto en un clima electoral, eso sí. Toda la carne al asador.
Hasta ahora, las cuatro entrevistas que brindó Cristina no reflejan en las encuestas que hayan servido para ganar votos. Desde Unidad Ciudadana apuntan a que esa respuesta se sabrá la noche del 22. También están los que sostienen que sirve para “no perder votos”, escenario que muchos temían ante el fantasma de “balotaje simulado”. Cristina sigue corriendo de atrás y camina un distrito día por medio. Pero en esa maratónico raid electoral, dato no menor, hasta ahora tuvo lugar en distritos donde la candidata de Unidad Ciudadana ganó en las PASO, distritos amigos como Avellaneda, Berazategui, Esteban Echeverría, Moreno y La Matanza, entre otros. Las señales indican que el objetivo macro apunta a sacarle todo el jugo al masivo apoyo que la expresidenta tuvo en esos distritos, sobre todo de la 3ra Sección Electoral. Los intendentes, protagonistas de la campaña rumbo al 22, tienen sus temores, en distintas tertulias, cafés y encuentros, dejan ver que “no va a haber mucho más de lo que se sacó en las PASO”, donde la diferencia de Cristina sobre Cambiemos fue muy amplia. Se acerca la etapa definitoria de la campaña, donde las últimas armas se desplegarán sobre el escenario. En la columna anterior se mencionó que en su necesidad de juntar más votos, Cristina era la que más necesitaba el debate público de candidatos y que una forma efectiva de lograrlo sería aceptar la condición/capricho de Esteban Bullrich y Cambiemos para realizarlo en los estudios del canal TN del Grupo Clarín. Un buen debate de CFK en “territorio enemigo” o un triunfo, sería una fórmula para sumar los votos que necesita para soñar con un triunfo. Dilemas y estrategias.
Por el lado de Cambiemos, las urgencias parecen no estar cerca de la puerta. Si bien en la gobernación repiten que “va a ser una elección mano a mano y su reñida”, el ambiente tiene un aroma de más confianza y muchos ya descuentan la victoria la noche del 22. A diferencia de las PASO, Vidal y sus candidatos no arrancaron ansiosos y acelerados el trayecto. En esta etapa la calma reinó desde un principio. Dato no menor, ha disminuido la hiper presencia de Vidal en todas las recorridas de Bullrich o excesivas apariciones mediáticas. Por ahora, los timbreos de los sábados son parte de la campaña y recién en la última semana sumó al candidato a los actos de gestión cotidianos que tiene la Provincia. Otro dato a destacar es que a diferencia de las PASO y quizá avalado en ese “veranito económico” que dice que el gobierno nacional llegó, Macri se sumó con más presencia a la campaña bonaerense. Por ahora el clima en el oficialismo viene según el plan. No se descarta que en las dos últimas semanas de campaña, la gobernadora nuevamente sea la que oficie de eje de Cambiemos y nuevamente sea la cara visible de la campaña y se haga presente en tres o cuatros programas de TV o radio por día. A la espera de la recta final.
Mientras tanto, las contingencias de la política del día a día siguen haciendo su efecto. La megadetención de Juan Pablo “Pata” Medina, sin dudas el símbolo del sindicalismo oscuro e intocable, cayó como anillo al dedo para Vidal y la llamada “lucha contra las mafias”. Para el discurso de Cambiemos que el sindicalista de la UOCRA La Plata esté preso solidifica su caudal de votos y la perfila, en general, como para ganar algunos más. La figura del “Pata”, se sabe, era cuestionada desde hace muchos años, no sólo en La Plata, sino en gran parte del territorio bonaerense. El “Pata” era uno de esos sindicalistas “intocables”, duros, que actuaba por motu proprio y sólo respondía a mandatos propios, con eventuales acuerdos con el gobernante de turno, entre los cuales, en principio también entró Vidal. La imagen del “Pata” preso es un triunfo de campaña para Cambiemos. Por otro lado, un dato no menor, con efecto a analizar es que desde gobernación dejaron trascender que el Fondo de Infraestructura Municipal (FIM) no se reeditará en el 2018, pese al clamor de intendentes oficialistas y de la oposición para que continúe. “Es difícil sostenerlo en el tiempo”, adelantaron desde el entorno de la gobernadora. En ese tono, desde las altas esferas de la platense calle 6 sostienen que el Fondo está ligado al endeudamiento y eso “genera algunas complicaciones”. “Todavía no se ejecutó lo de este año”, analizaron. El anticipo no deja de ser importante, ya que el 90 por ciento de los intendentes de todos los colores políticos esperaban con ansias la reedición del FIM para el año que viene. Con ese fondo realizan obras medianas que puedan anunciar y presentar ante los habitantes de sus municipios. ¿La novedad de que en el 2018 no habrá Fondo de Infraestructura repercutirá sobre el escenario electoral? La respuesta real no se puede definir, primero porque gobernación no lo hizo de forma oficial, y segundo porque su efecto tardará en llegar a la población. Gestión y contingencias favorables.
Llegó octubre, el tiempo de la última vuelta se acerca, por ahora la necesidad de Cristina la pone como la más activa en este tablero electoral. Pero faltan días, semanas, donde los candidatos y espacios políticos harán su último esfuerzo para lograr el triunfo el 22.-