Ya pasaron tres años desde que María Soledad Fernández falleciera, con tan sólo 26 años de edad, en suelo brasileño. La hija de Tití Fernández, el reconocido periodista deportivo, sufrió un terrible accidente automovilístico en las rutas del país carioca.

Tití estuvo en el programa “PH” y allí confesó: “No quiero que la gente se olvide de que algún día existió”.

El 2 de julio de 2014, las vidas de Tití Fernández y de su esposa, Nora, cambiaron para siempre.

María Soledad Fernández

“Para mí tragedia es el 2 de julio de 2014, es la tragedia de mi vida. Ahora no me es difícil hablar. Todos los dos de cada mes trato de poner un twit con el hashtag nunca te vamos a olvidar. Quiero que la gente la recuerde a Sole, porque era una pendeja bárbara, y quiero que la gente sepa lo que era. Fue muy solidaria, una fenómeno”, sumó, todavía con lágrimas en sus ojos.

El reconocido periodista explicó que puede sobrellevar medianamente la tragedia, en cierta forma, gracias al trabajo. “Tengo la suerte de tener dos o tres laburos, de viajar. Pero mi mujer, Norita, no viaja, está en casa. Desde ese día va día por medio al cementerio a hablar con Sole. La tumba de mi hija debe ser la que más flores tiene en la Chacarita. Los amigos que más frecuenta Nora son los guardias del cementerio, la señora que le vende las flores; que nos invitó al bautismo del nieto y fuimos. Fijate cómo nos terminó cambiando la vida”, explicó.

 

El durísimo momento vivido en 2014

 

Luego, Tití recordó lo complicado que fue poder llevar adelante todos los trámites tras el accidente para poder enterrar a su hija en el país.

“Fue una tragedia: el traslado, el reconocimiento del cuerpo. Todas las noches me despierto y se me viene la película a la cabeza de cómo me entero. Lo peor que te puede pasar es tener que reconocer a tu hija. A mí me hace bien hablar, porque quiero que la gente sepa lo que era: extraordinaria, llena de vida, una cosa maravillosa”.